[telescoperos] Terremotos y energía nucelar

  • From: Iván Alarcón <ivanovich100@xxxxxxxxx>
  • To: telescoperos@xxxxxxxxxxxxx
  • Date: Mon, 15 Mar 2010 20:26:46 -0400

Estimados amigos:

Les adjunto artículo de Raúl Sohr sobre este tema que ya platicamos tiempo
atrás.

Muchos saludos,

Iván

En el Chile sísmico, la energía nuclear es una amenaza

Por Raúl Sohr / Columnista LND



Ningún país que posee plantas nucleares ha vivido un terremoto de la
magnitud experimentada por la zona centro sur, que alcanzó a los 8,8 grados
en la escala de Richter. El 16 de julio de 2007 Japón sufrió un terremoto de
6,8 grados. A consecuencia del sismo la planta de Kashiwazaki-Kariwa, la más
grande del mundo, con siete reactores que abastecen 12 por ciento del fluido
eléctrico de Tokio, sufrió un cierre total.


Domingo 14 de marzo de 2010 | | Blog Columnistas



En Chile hay una certeza absoluta: tiembla fuerte y seguirá temblando. El
país no solo está en el Cinturón de Fuego del Pacífico con numerosos
volcanes que causan temblores y erupciones. Es además sacudido, como ya se
sabe, por violentos terremotos y alcanzado por maremotos. Es una realidad
ineludible que hay que asumir en todas sus dimensiones.



Ningún país que posee plantas nucleares ha vivido un terremoto de la
magnitud experimentada por la zona centro sur, que alcanzó a los 8,8 grados
en la escala de Richter. El 16 de julio de 2007 Japón sufrió un terremoto de
6,8 grados. A consecuencia del sismo la planta de Kashiwazaki-Kariwa, la más
grande del mundo, con siete reactores que abastecen 12 por ciento del fluido
eléctrico de Tokio, sufrió un cierre total. La central dejó en evidencia una
cincuentena de fallas. La más grave fue la evacuación de residuos
radiactivos al mar: fueron vertidos 1.200 litros de agua contaminada. Hubo
emanaciones de gas que contenían cobalto-60 radiactivo. Cientos de barriles
con material radiactivo cayeron de sus lugares de almacenamiento, algunos
perdieron sus sellos y derramaron parte de su contenido. Además, varias
cañerías de evacuación quedaron dislocadas y dejaron escapar elementos
tóxicos. Todo esto fue establecido por las propias autoridades niponas.



El presidente de la empresa Tokyo Electric Power Company (Tepco), operadora
de la central, dijo: “La magnitud del temblor estaba más allá de nuestras
expectativas”. Ello en circunstancias que las centrales deberían estar en
condiciones de soportar movimientos telúricos de hasta 8,5 grados. En un
comienzo se estimó que la planta nucleoeléctrica estaría cerrada por un año.
Fueron cálculos optimistas, el primero de los siete reactores comenzó a
operar dos años más tarde, en junio del año pasado. Los seis restantes
acaban de entrar en servicio recién en enero de este año. En Japón, hay
quienes han exigido una revisión completa de sus 55 reactores. Ello porque
la mayoría está construida con las mismas especificaciones de la planta
siniestrada. Además, se estima que un tercio de los reactores están situados
en lugares que los geólogos consideran vulnerables. El profesor Kiyoo Mogi,
de la Universidad de Tokio y ex presidente del Comité de Predicción Sísmica
de Japón, advirtió: “A estas alturas es difícil decir cuántas centrales
nucleares deben ser cerradas, pero puedo afirmar que la planta de Hamaoka en
Shizuoka debe cerrarse de inmediato”.



Chile, en casi la totalidad de su territorio, es altamente sísmico. Hoy fue
el turno de la región centro sur. Los partidarios de una central atómica
proponen situarla en el norte para abastecer la gran minería. Señalan que
además ella serviría para desalinizar agua de mar. El 14 de noviembre de
2007 Tocopilla y la región aledaña fueron sacudidas por un terremoto grado
7,7. Se supone además que la planta atómica será enfriada por agua de mar y,
por lo tanto, estará en un borde costero que ha conocido maremotos que han
borrado localidades completas. Si en Japón, con su vasta experiencia
nuclear, con decenas de reactores, se registró la experiencia señalada,
quien puede, con la mano sobre el corazón, proclamar que en Chile no hay
problemas mayores, que la tecnología nuclear es segura. Nadie puede afirmar
que la tecnología nuclear japonesa o cualquier otra están en condiciones de
resistir los embates sísmicos y los maremotos criollos. Lo mejor a que
pueden aspirar es a que no causarán un desastre, pero no pueden garantizar
que no resultarán seriamente dañadas. Pero la incógnita sobre qué riesgos
acechan nunca se sabrá hasta que la naturaleza descargue sus fuerzas. Una
cosa son los experimentos y las proyecciones en laboratorios y otra es la
realidad. Por lo que cabe aplicar el principio precautorio, que significa
que el peso de la prueba sobre la seguridad de un producto o proceso recae
sobre quien lo emplea. Lo ocurrido en Japón demuestra que nadie puede
garantizar la seguridad de una planta sometida a exigencias extremas. La
sismicidad chilena ha mostrado ser superior a la nipona.



El uranio enriquecido es una de las materias más tóxica sobre el planeta y
tarda milenios en perder su letalidad. En un país que cuenta con uno de los
mayores potenciales de energías renovables, que no representan peligro
alguno, resulta incomprensible la propuesta de construir una planta nuclear.
El terremoto abre la posibilidad de reconstruir el país con nuevos criterios
de sustentabilidad. Cuanto mayor sea la descentralización del sistema
energético, cuanto más dependa de las fuentes renovables de cada región,
mayor será la seguridad para el país y los chilenos.

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