[chilefuturo] Re: Algunos comentarios...

  • From: Iván Alarcón <ivanovich100@xxxxxxxxx>
  • To: chilefuturo@xxxxxxxxxxxxx
  • Date: Fri, 9 Sep 2011 13:04:29 -0300

Bueno, no hay que tomar en cuenta a estos señores, hay que leer artículos
que de cuenta de la realidad a través de un prisma más objetivo si es que
existe algo como eso o bien leer prensa que muestre la realidad tal como es,
con todas sus injusticias  o bien sencillamente artículos que le hagan bien
a nuestra alma.

Como muestra un botón, un artículo de Página 12 de Argentina:

Saludos,


Iván

CRONICA SOBRE LA MOVILIZACION POPULAR CHILENA
AL TIRO

El sistema educativo chileno es el más caro del mundo. Los jóvenes del país
trasandino llevan varias semanas en una lucha por tener un sistema educativo
gratuito, que se ha convertido en una causa popular. En el medio, la
represión policial y un adolescente muerto. Esta semana, el gobierno se
reunió con los estudiantes y éstos... vuelven al paro.
 <http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-5601-2011-09-09.html>

<http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/no/12-5601-2011-09-09.html>

 Por Juan Carlos Ramírez Figueroa
*Desde Santiago de Chile **

Cae la nieve sobre Santiago por primera vez en cuatro años. Es el 18 de
agosto y colegiales, apoderados, universitarios y profesores marchan por La
Alameda. El frío, las parkas, los paraguas y gigantescos muñecos con la cara
del presidente Sebastián Piñera, carteles y gritos como “Señora, señor, me
voy a resfriar para que sus hijos puedan estudiar”, mientras todo se
transforma en lluvia. “Esta es la verdadera marcha de los pingüinos”, dice
alguien en alusión al primer levantamiento estudiantil en serio ocurrido en
2006, durante el mandato de Michelle Bachelet, la anterior presidenta
chilena. “No, es la marcha de los paraguas.” Los carros policiales miran
todo a prudente distancia. Estaba fresco el recuerdo de los enfrentamientos
y las bombas lacrimógenas. También la adrenalina mezclada con miedo de los
manifestantes al ver a un policía a caballo, corriendo y dispuesto a
tumbarlos al suelo. O un golpe en la espalda. O el agua con mierda que se
lanza para dispersar a los manifestantes.

Es tan sobrecogedor el espectáculo que varios periodistas de televisión
delatan las líneas editoriales al decir con voz frustrada que “aún no se
registran incidentes”. Como si el agua inmovilizara a la policía y a los
encapuchados que actúan puntualmente a las 13.30, la hora de las noticias de
la tarde. Al aproximarse a la explanada del Parque O’Higgins –el mismo lugar
donde el papa Juan Pablo II lloró por las bombas lacrimógenas en los graves
disturbios de 1987–, un grupo de encapuchados comienza a armar barricadas,
casi como si fueran obligados. Pero un grupo de universitarios los putea,
los cerca tomados de las manos, hasta que deben salir corriendo. Carabineros
miran de lejos. Y por primera vez la marcha termina en paz. Cien mil
personas que están decididas a llegar a las últimas consecuencias para que
el sistema educativo chileno, heredado de Pinochet, sea borrado de la faz de
la Tierra.
I. EL PRESIDENTE

A Piñera, hombre pragmático y neoliberal, todo esto le da lo mismo. Aunque
accedió a reunirse con los universitarios el sábado pasado –en tanto, el
país lloraba la tragedia aérea que dejó a veintiún personas muertas en el
mar–, los resultados fueron prácticamente nulos. Mientras que el presidente
aseguraba en la tele que el encuentro fue un éxito, un dirigente reconoció
que la reunión fue “insípida”. Finalmente, después del encuentro con Piñera,
los estudiantes volverán a convocar a un paro nacional para hoy. No es la
primera contradicción de un hombre que por estos días hace reír en las redes
sociales con la teoría de que es “mufa”: tras ser elegido presidente,
ocurrió un terremoto 8.8, el incendio de una cárcel, 33 mineros atrapados
bajo tierra, la erupción de un volcán y un avión que se cae, entre otros.

De hecho, no habían pasado ni unas horas del paro general de dos días,
organizado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) –el primero de tal
envergadura en democracia– y celebrado un par de semanas después, cuando
daría su particular señal de diálogo: citar a almorzar a quince twitteros
“influyentes”. Un animador de televisión, publicistas, bloggeros y
periodistas. Mientras el comercio y la locomoción estaban paralizados y las
barricadas arreciaban, en La Moneda, la casa de gobierno, reinaba la
corrección: Piñera les mostró su despacho, les hizo algunas bromas y los
invitó a comer pescado o pollo y a beber vino.

Por supuesto, el mandatario no estaba solo: lo acompañaban su esposa Cecilia
Morel (la misma que le suplicó, en directo por televisión, en medio de su
gira europea, que dejara de mostrar el papelito que enviaron los mineros
para ser rescatados), su hija Magdalena y el temible vocero del gobierno
Andrés Chadwick. Este último, acusado de haber golpeado a alumnos de
Teología que protestaban contra las violaciones a los derechos humanos en
1978, cuando era presidente de la Federación de Estudiantes de la
Universidad Católica y afiebrado pinochetista. El diálogo, como era de
esperar, fluyó con la misma naturalidad que una entrevista con un rockero
rodeado de managers y plomos.

Afuera, en la calle, los “guanacos” y “zorrillos” –vehículos blindados de la
policía chilena conocidos como “los pacos”– estaban listos para disparar
agua sucia y gases lacrimógenos ante cualquier provocación de los
manifestantes que ya marchaban por La Alameda, incluyendo los sospechosos
encapuchados, que aparecen justo a las 13.30, el horario de las noticias. El
descrédito se agudizó hace unas semanas cuando se descubrió a un policía
disfrazado como ellos entienden a los anarquistas –”de jeans y zapatillas”–,
corrió para refugiarse con sus compañeros, obligando a sus superiores a
admitir que sí, que tienen carabineros “mimetizados”. Un eufemismo para
designar a quienes se mezclan entre los idiotas que destruyen todo y ayudan
a una asociación muy conveniente para el gobierno: universitarios es igual a
la destrucción de la institucionalidad.

No es casual que en la tarde el presidente haya declarado en televisión que
estos jóvenes –los que protestan por una mejor educación– le están haciendo
“daño a Chile”, que el camino “no son las bombas molotov” y que “éste es un
gobierno que escucha”. Lo curioso es que prefiere escuchar a los twitteros
antes que a los dirigentes estudiantiles que tienen paralizados colegios y
universidades hace tres meses.

En la noche comenzarían los cacerolazos –una práctica común de la
resistencia a la dictadura de Pinochet–, más barricadas y enfrentamientos
con carabineros. La noche del jueves sería más ruda, llegando al punto que
unas vecinas de la céntrica Plaza Brasil pedían a la policía desde sus
departamentos “¡Por favor, mátenlos!”, mientras los jóvenes marchaban con
cacerolas y tambores. Más tarde, tras un confuso accidente moriría un chico
de 16 años, Manuel Gutiérrez, quien empujaba a su hermano en silla de
ruedas: éste declararía ver cómo desde un furgón se abrió fuego. Aunque los
carabineros lo negaron, cuatro días después debió reconocer que uno de sus
hombres fue el que disparó y ahora está en prisión preventiva. Así, el
presidente –con la adhesión más baja de la historia, 26 por ciento– tuvo que
declarar que quería reunirse con los dirigentes universitarios. Primero
dijeron el martes de esta semana. Luego, entre jueves y viernes, para cerrar
este sábado. Es que el gobierno está desesperado por preparar una oferta lo
suficientemente atractiva para devolver a los alumnos a sus salas de clases.
II. LA CASA TOMADA

Para entender Chile, hay que recorrer La Alameda, espina dorsal de Santiago.
Una avenida que Salvador Allende, el presidente derrocado por Pinochet,
prometió abrir hacia “el hombre libre” y “una sociedad mejor”, minutos antes
de ser bombardeado por Hawker Hunters en el mismo lugar donde ahora gobierna
Piñera. Podemos decir que cada ciudad del país es una reproducción a escala
de la capital, con su calle central, su hito arquitectónico y su división
social: a un lado los ricos, a otro la clase media, junto a los más pobres.
Caminar a pie desde la Estación Central –donde los ferrocarriles dejaron de
interconectar el país– en dirección a la Cordillera hasta la Plaza Italia
–histórico punto de separación entre el Chile clásico y el Chile
globalizado, y donde se celebran triunfos deportivos o protestas como las
actuales– puede ahorrar mucho tiempo en explicaciones.

Primero veremos casas a mal traer que delatan un pasado rural. Fritangas.
Bares. Hoteluchos. Edificios de departamentos. Un moderno mall con Donkin
Donuts, tiendas Adidas y un multicine. Y de pronto, casi mimetizándose con
el mall, una docena de universidades privadas e institutos. Es lo que se
conoce como “Barrio Universitario”, aunque no hay áreas verdes y las
facultades son terremoteados palacios del siglo XIX, cuyos cuartos –donde
antes vivieron los afrancesados “nuevos ricos”, producto del boom del
salitre– ahora son salas de clases equipadas con data show y wi-fi.

Si seguimos avanzando, veremos el palacio donde Allende se quitó la vida
(este año, su cadáver fue exhumado por segunda vez, descartándose la tesis
de asesinato). En sus alrededores, un grupo de jóvenes estuvo corriendo
desde el 13 de julio hasta el sábado pasado. Se iban pasando la posta, día y
noche, con lluvia o temperaturas bajo cero, hasta completar 1800 kilómetros,
en alusión a los 1800 millones de dólares que costaría financiar la
educación por un año. Los autos hacen sonar las bocinas en apoyo, los
peatones aplauden y algunos graban o toman fotos. Asunto conflictivo esto
último: es común que los carabineros pregunten por qué se está grabando o
tomando fotos cerca de La Moneda. Se palpa el nervio gubernamental.

Muy cerca está la Casa Central de la Universidad de Chile, la principal
institución pública del país, cuyo frontis exhibe un gigantesco lienzo que
reza “La lucha es de la sociedad entera. Todos por una educación gratuita”.
Tan grande como la bandera de Chile que fue instalada para el Bicentenario,
el 18 de septiembre del año pasado y que apenas se mueve debido al poco
viento que hay en el valle de Santiago. En el centro de estudios tomado se
exhiben los restos de bombas lacrimógenas lanzadas por la policía. También
se venden artesanías para juntar plata para los almuerzos. Y profesores y
alumnos dialogan con los transeúntes.
III. LA EDUCACIÓN MÁS CARA DEL MUNDO

Pocos recuerdan que la gota que rebalsó el vaso fue un reportaje del
programa Esto no tiene nombre, de Televisión Nacional (la señal estatal de
Chile, al menos en teoría), exhibido a fines de mayo. Allí, el entonces
ministro de Educación, Joaquín Lavín –graciosamente comparado con Milhouse
de Los Simpson en los afiches de las protestas– insinuó la posibilidad de
privatizar la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM). Una institución
pública con falta de financiamiento y que el programa atacaba casi
propagandísticamente. “Por ningún motivo matricularía a mis hijos en la
UTEM”, añadió el ministro que –oh, sorpresa– seguiría vinculado
económicamente con la privada Universidad del Desarrollo que él fundó en
1990. Esto, según una investigación periodística, a través de una sociedad
de fachada, que le permitiría obtener lucro sin infringir la ley. Las
protestas de los alumnos por el tendencioso programa terminó con una
disculpa del canal, muy de madrugada y un comentado accidente, donde Lavín
fue acorralado en un centro cultural mientras celebraba... los 30 años de la
educación privada en Chile.

Otro dato importante: Lavín es un activo del Opus Dei y, en el pensamiento
de la ultraderecha católica, Dios quiere que cada cual ocupe el cargo donde
nació. Si es empleada o pobre, más bendecido aún. Pero la bola de nieve ya
comenzaba a crecer en colegios y facultades públicas, apoyada en informes
tan oportunos como el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE). Un grupo de países “desarrollados” donde Chile sería el
único –y orgulloso– miembro de la región junto a Brasil.

   1.

   . La educación chilena es la más cara del mundo.
   2.

   . Chile es el único país donde las familias financian el 85 por ciento de
   la educación superior y el Estado, apenas un 15 por ciento.
   3.

   . Hay cerca de 940 mil estudiantes universitarios, cinco veces la cifra
   de 1991, pero casi la mitad no continúa la carrera. El resto termina
   endeudado incluso por décadas.
   4.

   . Chile se ubicó en el último lugar en la medición de lectura digital.
   Dato que enlaza con otro peor: la educación chilena, a pesar de ser varias
   veces más cara que la de Francia o Inglaterra, no tiene ningún logro
   internacional importante. Al contrario.
   5.

   . Chile es el país con mayor desigualdad de ingreso entre los miembros de
   la organización.


 Y comenzaron las marchas masivas. La primera, el 30 de junio, sacó a 400
mil jóvenes a la calle en el país. La prensa –dominada por un duopolio de
medios derechistas liderado por El Mercurio y La Tercera– y la televisión
(de la misma tendencia política) hizo hincapié en los desórdenes y en los
encapuchados que lanzaban molotovs puntualmente a la hora de los noticieros
de la tarde. Tercos, jamás esperaron que las fotos linkeadas en Twitter o
Facebook, sumado a videos en YouTube, demostraran que éstos eran hechos
aislados y que la violencia venía del lado de la policía, liderada por el
cada vez más odiado ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Un personaje
en un principio caricaturizado como el leal Smithers (el Señor Burns era
Piñera), pero que tras comprobar su mano dura controlando manifestaciones
terminó siendo llamado “sheriff”. El asunto es que los jóvenes prefieren
informarse sobre Chile a través de medios españoles, ingleses o argentinos
que han seguido el tema, como Pedro Brieger o incluso los segmentos de Duro
de domar en YouTube.

La dinámica de los carabineros, desalojando a golpes y tratando de “putas” a
las universitarias, encapuchados actuando libremente y gases lacrimógenos
impactando a los manifestantes, se repetiría en las siguientes marchas,
donde ya se comenzaron a integrar adultos y niños. Los universitarios
organizaron una nueva marcha el 4 de agosto, que no fue autorizada. Acá
comenzaría el mes más violento tras la dictadura y que internacionalmente se
conocería como “El invierno chileno”, donde se está exigiendo un cambio en
la Constitución (heredada de Pinochet), educación gratuita (aprovechando los
millonarios excedentes del cobre) y una asamblea constituyente, ya que ni la
derecha ni la Concertación (que gobernó Chile durante veinte años)
representarían a la ciudadanía.

Carla Vásquez egresó de Estética y está endeudada hasta 2017. “Mi compromiso
ha sido súper escuálido para los sentimientos de orgullo que me ha producido
todo este movimiento. Cada vez que escucho que alguien reclama sobre el tema
explicar por qué estoy a favor, digo que vea porque a todos nos incumbe.
Segundo, los cacerolazos: hice pedazos mi cuchara de palo. Tercero, me
inscribí en un sitio web de ex alumnos de mi ‘U’ que apoyamos el movimiento
www.cacerolazouc.cl/. Más no he podido porque trabajo desde hace poco, soy
recién titulada y debo pagar la deuda que tengo con el banco.”
IV. Y VA A CAER...LA EDUCACIÓN DE PINOCHET

“Me gusta que haya por fin una masa pensante, que haya debate obligado en la
tele, en la calle, en las casas, con las familias. En Chile, la educación es
la herramienta para poder surgir. El sueño de nuestros papás siempre es
dejarte la casa y la educación. Porque, como dijo Piñera, nada es gratis. Y
ambas son las únicas garantías de vida para que no te embarguen en deudas
porque te falta plata”, explica Daniela Pérez, estudiante de
Bibliotecología. Y agrega: “Creo que este movimiento tiene muchos adeptos
porque hay muchos más universitarios ahora que en otros tiempos. La
generación de nuestros papás se sentía menos porque la mayoría no tiene
siquiera la educación básica completa. Pero cuando tienes acceso a la
educación, accedes a más conocimiento y a sentirte más digno, con más
derecho de reclamar sabiendo que tienes razón, y que no te pueden callar
como a tus papás”.

Sin embargo, ese día de agosto, la Plaza Italia amaneció enrejada. El Metro
no permitió el ingreso de estudiantes con uniforme. Y los carabineros en
cuanto veían un grupo de jóvenes reunidos, los expulsaba con amenazas. Los
chicos les sacaban en cara que no era legal reunirse con propósitos
pacíficos. También encararon a los periodistas. Y comenzaron a enfrentarse a
los encapuchados bajo el grito de los ‘80: “Y va a caer... y va a caer... la
educación de Pinochet”.

Hinzpeter respondió con decenas de bombas lacrimógenas, una de ellas –como
registró un video difundido por Internet– desde un helicóptero. Hay
testimonios de abuelos asfixiados, desalojos de colegios tomados y golpes a
menores de edad. Una foto dio la vuelta al mundo, donde un carabinero
llevaba a un niño detenido. En la noche se registraron los primeros
caceroleos con miles de indignados que en todo el país comenzaron a hacer
sonar ollas rítmicamente. También se encendieron barricadas, debiendo actuar
el “guanaco” incluso en barrios tradicionales como Ñuñoa. Al mismo tiempo,
el canal estatal exhibía la serie Los archivos del cardenal, protagonizado
por Benjamín Vicuña, donde se recrean –en plan La ley y el orden– las
historias de la dictadura archivadas en la Vicaría de la Solidaridad,
organización de la Iglesia Católica que defendió a los perseguidos por
Pinochet.

No obstante la violencia, el movimiento comenzó a tomar más fuerza, a pesar
de la tenaz indiferencia de los medios (que, sin embargo, comenzaron a
aclarar que las marchas son “pacíficas” y que la violencia viene “de grupos
aislados”). Algo que se comprobó en la marcha de los paraguas.

“La situación cada vez se está haciendo más intensa, con más demandas
sociales. Es necesario para la ‘salud’ del país encontrar soluciones. Ahora
el tema está en qué tipo de soluciones van a presentar ambos sectores. Esta
es la gran piedra de tope entre los demandantes y los demandados. Se han
acostumbrado (los gobernantes) a tener problemas de lenguaje, a no
entenderse o derechamente no escuchar”, piensa Carolina Julio (estudiante de
periodismo).

Cristóbal Cartes, estudiante de la Universidad Católica, cree que hay
indolencia entre los mismos universitarios: “Por ejemplo, mientras el
movimiento estudiantil marchaba y discutía sobre educación en carreras
chicas como Comunicaciones y Biología, en Derecho celebraban su semana de
aniversario con fiestas, lo cual parecía como si vivieran en otro país y
fueran totalmente egocéntricos”. Para Carla Mandiola, estudiante de
Periodismo de una universidad privada, “el compromiso corre por uno mismo.
No me refiero al gran aporte de los tweets ácidos, ni de los videos en
Facebook, sino ir a las marchas y manifestaciones. Cada vez me acompañan más
personas, quizás eso ha sido un avance; pero mi aporte no es nada comparado
con lo que han hecho otros estudiantes”.

El panorama es alentador, aunque hay varias confusiones entre las partes.
Por un lado, la conveniente idealización mediática de Camila Vallejo (que la
derecha ha logrado convertir en símbolo del movimiento estudiantil, a pesar
de que no representa a todos); por otro, la terquedad de Piñera en abrirse
al diálogo y las declaraciones poco afortunadas del ministro de Salud, Jaime
Mañalich, que trató de “cobardes” a quienes supuestamente fingían una huelga
de hambre hace más de un mes. Y Chadwick, en coro con Bulnes, declarando que
“no puede haber educación gratis en Chile”. A esperar el sábado, entonces.
V. LA NUEVA FORMA DE PROTESTAR

Hay una foto que ningún medio corporativo quiso mostrar. En ella vemos a
Lavín, a Chadwick y al nuevo ministro de Economía, Pablo Longueira, junto a
Pinochet, en 1977, en la oscura ceremonia de Chacarillas, una especie de
rito de iniciación para los jóvenes adeptos al régimen. Esta se viralizó por
las redes sociales. Tales como las declaraciones de una profesional del
Ministerio de Cultura, que trataba veladamente de “perra” a la dirigente
universitaria Camila Vallejo. O un columnista que trató a los jóvenes que
protestan de “inútiles subversivos”. Joyas que cristalizan la salida del
closet del pinochetismo tras bastante tiempo ocultándolo (excepto cuando
murió, en 2006).

Internet, twitcam y el buzz de las redes sociales han sido el articulador de
la información que los medios insisten en bajar el perfil. Como el
sensacionalista diario LUN, que dedicó una portada a la Vallejo y su
negación de “mover la colita” en uno de los eventos universitarios más
grandes desde el retorno a la democracia. Aquí se pueden revivir momentos
como el Thriller por la educación, donde jóvenes se disfrazaron de zombies y
que dio la vuelta al mundo. O la parodia carnavalesca de los carros de
carabineros en plena marcha. O los muñecos gigantes con la cara de Piñera o
de Hinzpeter.

“Nuestra generación está cansada de los políticos, de los partidos... pero
con las ganas y la mentalidad de que todos podemos cambiar el país”, declara
la estudiante de Publicidad, Florencia Poblete. El humor y la ironía, que
recuerdan el situacionismo de Mayo del ‘68, llega a niveles delirantes en
sitios como Jaidefinichon.com o Difamadores que, entre parodias,
fotomontajes, memes o canciones, incluyen links o documentales como Las
niñas, donde un grupo de chicas cuentan cómo fueron obligadas a desnudarse
por policías mujeres, o el sindicato de prostitutas con cartel que dice
“Piñera no es hijo nuestro”, o sorprendentes declaraciones de carabineros,
reconociendo que estaban a favor de las demandas estudiantiles. A nivel
internacional incluso se ha logrado que Sasha Grey mande su saludo y “amor”
a los estudiantes chilenos vía Twitter.

Por otro lado, bandas emergentes como Portugal han grabado clips en plenas
manifestaciones como la canción Nuestro momento. La gran deuda, sin embargo,
es con el rock masivo, donde al parecer el único referente claro son las
canciones de Los Prisioneros y canciones como El baile de los que sobran o
la relativamente desconocida Poder elegir, donde los versos dedicados a
Pinochet mantienen la vigencia: “Queremos elegir, decidir / debemos elegir,
cómo quieres vivir / reclamar y pelear / obligar y dejar de llorar / y que
nadie aproveche de ti... su poder / es nuestra ignorancia”. Pero el gran
momento que quedó archivado en YouTube fue cómo los dirigentes estudiantiles
José Ankalao, Giorgio Jackson y Camila Vallejo dejaron callados a los
políticos del Congreso. Búsquenlo.




El 9 de septiembre de 2011 02:34, Patricio Chacon <pachamos@xxxxxxxxx>escribió:

> ... Comentario de Fernando Villegas, que recibí -no se de dónde lo
> sacaron-, para que yo reflexionara al respecto.
>
> El de Fdo Villegas está abajo. Sugiero que lo lean primero, y dp los míos.
>
> Me pregunto si vale la pena analizar en serio lo que dice este lamentable
> sujeto, que tiene -nada menos- que título de SOCIOLOGO.
>
> Bueno, sólo algunas cosas:
>
> 1.- Hay que ser muy mala leche para ponerle Camilita a la infanta macriada.
> Demasiado obvio, y no es la 1ª vez que le tira pachotadas a la mejor
> dirigente social del momento.
>
> 2.- Quejarse de lo penca que es "el chileno medio" no lleva a nada. Y
> mantenerse como docente por 16 años con plena conciencia de que sus alumnos
> no tienen la menor intención de aprender nada, sólo de "sacar el título",
> es, por decir lo menos, muy poco ético.
>
>  Por eso yo dejé de hacer clases, ni quise "aprobar al menos al 60% de los
> alumnos" para mantenerlas -lo plantean como "un profe que no logra que el
> 60% se esfuerce y apruebe no es un buen profesor", con lo que consiguen el
> 60% de aprobados auunque los que aprenden no pasen del 10%, es demasiado
> tentador para los profes, muy fácil de caer en la trampita-
>
> Y el 60% lo necesita la Dirección PARA PODER FINANCIAR LOS CURSOS, con lo
> que el círculo vicioso se perpetúa, y todos contentos: dirección, profes y
> alumnos.
>
> Y ahora, cdo los cabros se dan cuenta de que están metidos en una trampa
> sin salida -que de pasada los esclaviza a ellos y a sus padres a los bancos
> por 20 o más años- y se ponen firmes para cambiar estructuralmente el
> tinglado, resulta que son niñitos mimados y malcriados que quieren salirse
> con la suya y que les regalen todo, pq si nomás... ¿será que el sistema es
> bueno, tal como está, y que bastaría con que a los niñitos les enseñen a
> estudiar, a querer aprender y ser buenitos?.
>
> Así parece que le parece, ya que las protestas y peticiones de los pingui
> son:
> " la descomposición social que se observa hoy en el país y de la cual las
> protestas estudiantiles son palmaria expresión".
>
> Y, pa que no queden dudas agrega:
>
> Si alguien quiere mejorar la calidad de la educación, pues que dé el
> ejemplo y estudie; pero no es este el caso: se trata de conseguir un
> objetivo nominal, socialmente encomiable, bajo el cual se camufla el impulso
> esencial: vivir la aventura de "dejar la cagá ".
>
>
> Se queja de que los estudiantes son abúlicos, flojos, pencas... y qué tiene
> de raro, digo yo, si el sistema lo fomenta a toda pala.
>
> Recuerdo que, cdo las Ues no necesitaban financiarse con la plata de los
> alumnos, egresaba el 10% de los que ingresaban, y 2/3 de ellos repitiendo
> dos, 3 y hasta 6 años antes de salir. Ahora, el % no baja de 50%. Y eso, ¿no
> es sistemático? ¿Qué culpa tiene el tomate, perdón el chancho, si le dan el
> afrecho? Perdón de nuevo, se lo venden, y muuuuy caro.
>
> Más encima, los acusa de sólo querer "dejar la cagá", eludiendo su deber de
> estudiar mientras piden los cambios, y supone que así, sin detener las
> clases ni protestar tendrían más autoridad moral. Seguro, pobre señor,
> seguro que así los escucharían más.
>
> Tb de simuladores:
>
> Proclaman la necesidad de mejorar el acceso a la educación, pero cuando han
> accedido a ella y se ven enfrentados a la tarea concreta de educarse,
> arrugan y prefieren representar una posición a través del *simulacro* del
> compromiso activo con el cambio estructural
>
> Y, horror, que se habrán creído estos malcriados, que quieren cambiar algo
> de esta casi perfecta sociedad:
>
> que, en una sociedad democrática, no les corresponde a ellos realizar, sino
> a los representantes elegidos por la ciudadanía.
>
> Y, claro, hacerle la pega a los congresales es malcriarlos: ¿Habrá que
> disciplinarlos, luego que sigan sin hacer su pega, indefinidamente?
>
> Tampoco toca el tema de la calidad de los representates elegidos, ni al
> sistema que le da derecho a veto per secula a la derecha, aunque sea
> minoría., y que hace que "la oposición" esté y haya estado muy cómoda por 20
> años "de paz social" y pequeños cambios "en la medida de lo posible"
>
> A este sociólogo fósil ¿nunca le contaron que los estudiantes han sido,
> históricamente, los que han comenzado los cambios societales importantes, y
> no sólo en Chile?
>
> Y sigue con otra para el bronce de la sociología:
>
> El discurso falaz que impugna el lucro en la educación es, en mi concepto,
> una muestra clara del fariseísmo hipócrita del movimiento estudiantil.
>
> Se ve que aprecia al movimiento social, al que primero acusa de "suponer
> falazmente" que hay malas instituciones de educación:
>
> De acuerdo a éste, habría siniestros empresarios que se llenan los
> bolsillos con la necesidad de los pobres estudiantes que, incautos, se
> matriculan en sus institutos y universidades de calidad miserable.
>
> Y la prueba de tamaña acusación es que
>
> Si así fuese, la solución es mucho más simple que dictar leyes, crear
> superintendencias o cambiar la Constitución de la República: tal como, en
> teoría, la gente no se baña en lugares no habilitados para el baño,
> desarrollemos la conciencia social de que la gente NO se matricule en esas
> instituciones.
>
> Lo que es muuuy fácil, pq TODOS saben cuáles son las malas, y las escogen
> por eso mismo, pq son muuucho menos exigentes, y así cualquier bruto puede
> terminar con el codiciado cartón. Y esos brutos son los cómplices de las
> malas Ues.
>
> No hay salud: ahora, el ex-revoucionario -cdo era estudiante- nos
> recomienda resolver el entuerto con más mercado, la misma chiva de la
> derecha, el mercado debe estar informado para que elija bien, y así las
> malas Ues van a quebrar. Lo que desmienten los 20 o mas años del sistemita,
> por cierto.
>
> Pero me cabrié.
> Este tipejo no se merece más...
> Patricio
>
> El 8 de septiembre de 2011 23:29, Alfredo Castro Joyeux 
> <pencon@xxxxxxxxx>escribió:
>
>> **
>>
>> ----- Original Message -----
>> *From:* Alfredo Castro Joyeux <pencon@xxxxxxxxx>
>> *To:* Pedro Landsberger <pedrolan@xxxxxxxxxxxxxx> ; Ilse 
>> Landsberger<ilsehlw@xxxxxxxxx>
>> *Sent:* Thursday, September 08, 2011 11:28 PM
>> *Subject:* Fw: : Comentario de Fernando Villegas para reflexionar!!!!!
>>
>>
>>      De: Edgardo
>>
>>
>>
>> TRATEN DE LEERLO, ME PARECE UNA OPINION MUY ASERTIVA, TENIENDO EN CUENTA
>> QUE EL TEMA ESTA DELICADO.
>>  SALUDOS,
>>
>>         Edgardo
>> .
>>
>>       *-------Mensaje original-------*
>>    Comentario de Fernando Villegas para reflexionar!!!!!
>>
>>     ESTO REALMENTE VALE LA PENA PARA COMENTARLO EN FAMILIA A PROPÓSITO DE
>> NUESTRA CRISIS EDUCACIONAL...
>>
>>       La revolución I
>>
>> Hace unos días, estaba haciendo la cola para pagar en un negocio y
>> observaba a una madre interactuar con su hija de unos 4 años. Todo comenzó
>> cuando la niña lanzó un juguete por la cabeza de los que estábamos en la
>> cola:
>> - "Anda a recogerlo, Camilita".
>>   Camilita se tira al suelo de la tienda y allí se queda, inmóvil.
>> - "Ya pues, Camilita, vaya."
>>   Camilita sigue inmóvil.
>> - "Ya, Camilita, si no va a recogerlo no le voy a comprar na' el juguete".
>>   Camilita BOSTEZA y, acto seguido, LE DA LA ESPALDA a su madre quien,
>> rezongando, abandonó la    fila y fue a recoger el juguete. Evidentemente,
>> no cumplió su amenaza.
>>
>> Para mí, esta anécdota es tremendamente ilustrativa del perfil básico del
>> chileno promedio: adultos carentes de la más elemental autoridad sobre niños
>> indiferentes a normas, hábitos y disciplina. Abolidos el sentido del deber y
>> la disciplina como ejes rectores del comportamiento, un solo elemento
>> estimula y guía al ser nacional: el voluntarismo, es decir, la gente hace lo
>> que quiere y ve en ello un valor capital. Lo que resulta de esto es la
>> descomposición social que se observa hoy en el país y de la cual las
>> protestas estudiantiles son palmaria expresión.
>>
>> En mi concepto, la motivación de estas protestas dista mucho de buscar una
>> mejora en la calidad de la educación y en el acceso a ésta. Desde hace 16
>> años ejerzo la docencia en universidades e institutos nacionales y, salvo
>> contadísimas excepciones, jamás he encontrado alumnos dispuestos a aprender,
>> a personas con hambre de conocimientos y voluntad para conseguirlos. Si hay
>> que leer más de 2 páginas, colapsan; jamás llegan con preguntas acerca del
>> tema tratado; jamás formulan pregunta alguna en las clases y un atroz
>> etcétera. Si alguien quiere mejorar la calidad de la educación, pues que dé
>> el ejemplo y estudie; pero no es este el caso: se trata de conseguir un
>> objetivo nominal, socialmente encomiable, bajo el cual se camufla el impulso
>> esencial: vivir la aventura de "dejar la cagá ".
>>
>> La lógica de las tomas, huelgas y paralizaciones es, en su esencia,
>> contraria al fin que declaran perseguir. Quieren que SE mejore la calidad y
>> el acceso a la educación, restándose del rol primario que a los estudiantes
>> les compete que es, miren que sencillo, ESTUDIAR. Nada impide generar
>> presión y no abandonar las clases, sin embargo se presenta un hecho como
>> incompatible con el otro. Eso es propio de una estructura de pensamiento
>> anquilosada que ve en el conflicto disruptivo la única vía de solución a los
>> problemas: esa es la lógica flaite en su expresión más pura. Proclaman la
>> necesidad de mejorar el acceso a la educación, pero cuando han accedido a
>> ella y se ven enfrentados a la tarea concreta de educarse, arrugan y
>> prefieren representar una posición a través del simulacro del compromiso
>> activo con el cambio estructural que, en una sociedad democrática, no les
>> corresponde a ellos realizar, sino a los representantes elegidos por la
>> ciudadanía. Y si estos no hacen su trabajo, no podemos ser como la madre de
>> la Camilita de mi ejemplo y hacer la pega por ellos.
>>
>> El discurso falaz que impugna el lucro en la educación es, en mi concepto,
>> una muestra clara del fariseísmo hipócrita del movimiento estudiantil. El
>> discurso falaz que impugna el lucro en la educación es, en mi concepto, una
>> muestra clara del fariseísmo hipócrita del movimiento estudiantil.
>>
>>
> De acuerdo a éste, habría siniestros empresarios que se llenan los
> bolsillos con la necesidad de los pobres estudiantes que, incautos, se
> matriculan en sus institutos y universidades de calidad miserable.
>
>>   Si así fuese, la solución es mucho más simple que dictar leyes, crear
>> superintendencias o cambiar la Constitución de la República: tal como, en
>> teoría, la gente no se baña en lugares no habilitados para el baño,
>> desarrollemos la conciencia social de que la gente NO se matricule en esas
>> instituciones. Y no nos llamemos a engaño, no necesitamos banderas rojas que
>> las señalen: en el mundillo estudiantil TODO el mundo conoce cuáles son esas
>> instituciones. El problema es que hay un número no menor de jóvenes para
>> quienes esas instituciones son una opción real de educación porque aceptan
>> su incompetencia intelectual y optan por ellas a sabiendas de que recibirán
>> una formación cuestionable pero, y he aquí el detalle, podrán ostentar la
>> chapa social de ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN SUPERIOR. Y pagan por ello, porque
>> la educación, en la lógica de representaciones sociales, también ES UN
>> PRODUCTO. Referirme a las causas de esa incompetencia intelectual llevaría
>> esta reflexión hacia otros derroteros, pero creo que su origen no depende
>> tanto del sistema educacional, como de la cultura nacional.
>>
>> Me violenta la falacia de presentar a la EDUCACIÓN como un bien sacrosanto
>> porque, a la hora de examinar el efecto de esa educación, se advierten
>> resultados desoladoramente malos. Y esto es así porque, digamos las cosas
>> como son, la calidad intelectual del chileno promedio es paupérrima. SER
>> médico, diseñador, periodista o profesor tiene que ver, en el imaginario
>> estudiantil, con PASAR los ramos, no con imbuirse de una forma de ser,
>> pensar y actuar. Y es que existe una paradoja esencial: se quiere acceder a
>> un nuevo estatus social, a través de la educación superior, sin hacer el "up
>> grade" intelectual. Dicho en otras palabras: si alguien cursa y aprueba los
>> ramos correspondientes obtiene un certificado de médico, diseñador,
>> periodista o profesor, pero sin cambiar, necesariamente, su disposición
>> cognitiva. Un ejemplo: salvo escasas excepciones, las tesis para obtener un
>> grado académico tienden a repetir hasta el infinito los mismos viejos
>> problemas en cada una de las disciplinas. Las tesis, que se suponen debieran
>> indicar el peso intelectual y académico del futuro profesional, terminan
>> siendo trabajos chapuceros, ramplones, mal escritos, cuando no plagiados de
>> wikipedia. Pero esta gesta sociológica de los paros, las tomas y las
>> manifestaciones sirve como modalidad compensatoria que "estudiantiza" al
>> mutante básico que, esencialmente, no quiere estudiar: "¿Profe, por qué no
>> hace un trabajo en vez de hacer la prueba?"
>>
>> Sin embargo, la culpa siempre la tiene el empedrado. No al lucro porque es
>> contrario a la calidad en educación. Falacia atroz, pero excelente eslogan
>> de campaña. ¿De cuándo acá ese rechazo visceral al enriquecimiento? El
>> chileno promedio está dispuesto a endeudarse hasta la 3ra generación para
>> comprarse desde un teléfono hasta un auto nuevo todos los años, pasando por
>> cuanta chuchería inimaginable se le ocurra. Es más: socialmente ha aceptado
>> funcionar bajo esa lógica, y LUCRA para ello. Pero si el que gana plata es
>> el empresario, ¡ah no! ¡es un negrero, un desgraciado! Envidiosos,
>> chaqueteros y arribistas. De paso, si los 300 mil pesos que cuesta una
>> consola Wii se invirtieran en libros, otro gallo nos cantaría, ¿pero quién
>> estaría dispuesto a ello?
>>
>> Si miramos el petitorio de los estudiantes y profesores, la gratuidad en
>> la educación se presenta como el eje de las reivindicaciones. Este objetivo,
>> aparentemente, es social, pero no nos llamemos a engaño: es esencialmente
>> POLÍTICO y, por lo mismo, no puede ser logrado por un movimiento social. Si
>> miramos con una perspectiva de ESTADO, desde el momento en que un movimiento
>> social consiga una reivindicación política, la lógica de un sistema político
>> democrático colapsa, por cuanto ese movimiento social establecería la nula
>> necesidad de ese orden político democrático y, una sociedad que reprueba
>> masivamente a sus representantes, probablemente permitiría la instalación
>> del voluntarismo social como modelo de gestión. Y ese voluntarismo, que
>> depende de la retórica y la manipulación comunicacional de los actores del
>> movimiento, abre la puerta para cualquier cosa. Para bien o para mal, un
>> ESTADO necesita de buenos POlÍTICOS y los nuestros, ciertamente, distan
>> mucho de serlo. Hoy están más preocupados de consolidar la imagen de un
>> gobierno incapaz de ejercer su tarea de gobernar, por acción y por omisión
>> los políticos opositores han instigado al movimiento estudiantil a lanzarse
>> en esta cruzada reivindicatoria, como ballenas hacia la playa. Miopes
>> políticos, no ven que al varar en la playa nadie los devolverá al mar. Son
>> una mierda, pero los prefiero a los Ayathollas que vendrán, escudados en sus
>> cuentas de twitter y grupos de Facebook.
>>
>> El movimiento estudiantil es la expresión final de un estado de
>> descomposición social, respecto del orden en el que funcionan los estados
>> civilizados. Desde los rayados en las murallas hasta la actitud de los
>> dirigentes estudiantiles, quienes para mostrar su desacuerdo con la
>> propuesta hecha por el Gobierno, queman el documento ante las pantallas, el
>> espíritu es el mismo del de la Camilita de mi ejemplo: hacen lo que quieren
>> y esperan que esa sea la regla de vida. Cuando en años futuros se estudie
>> este fenómeno, será interesante estudiar el rol que le ha cabido a los
>> medios de comunicación en este cuadro de situación. Para la mente del
>> chileno promedio, lo que aparece en los medios es la verdad. Con la llegada
>> de los medios virtuales, esa sensación se amplifica por la inmediatez de las
>> respuestas. Hoy, que la popularidad del gobierno llega a niveles abisales,
>> nadie recuerda que con la llegada de Piñera al poder se habló de que los
>> medios estaban en poder de la Derecha y que serían manipulados para hacer
>> que la gente reaccionara como los personajes de 1984 de George Orwell. Nada
>> de eso ha ocurrido y los medios han incidido decisivamente en amplificar el
>> alcance de este desastre, creando un clima medial adverso a la gestión
>> gubernamental. Frente a cada mal llamada demanda social, los medios en
>> general han excluido sistemáticamente el análisis serio e informado: se
>> trata de validar la voz de la masa que, por definición, carece de matices y
>> se mueve, esquizoide, entre el todo y la nada.
>>
>> Por eso, creo, hoy la situación es cuánto más dramática: No hay
>> interlocutores sociales válidos y lo que dice la masa es ley. Ahora mismo,
>> leo en mi muro de FB voces aterradas con la "represión" que carabineros
>> ejerce contra los estudiantes. Pero a nadie le incomoda que los estudiantes
>> se quieran manifestar cuando, por razones claras y atendibles, la AUTORIDAD,
>> concepto que le da urticaria al mutante básico, ha dispuesto que NO SE
>> PUEDEN MANIFESTAR. Y vuelta con que Pinochet y la represión. ¡YA BASTA! La
>> democracia no es hacer lo que se me pare la raja, sino hacer lo que las
>> leyes que nos hemos dado nos permiten hacer. ¿Por qué cuesta tanto respetar
>> el orden establecido? Si hay un puto orden, el que se sale de ese orden debe
>> pagar las consecuencias. ¿Por qué es tan difícil de aceptar? ¿No les gusta?
>> Cámbienlo, pero por un proyecto coherente, no por un conjunto de emociones y
>> frases hechas. Pero si no fueron capaces de hacerse cargo del orden que
>> existía, si no tuvieron la habilidad de cambiarlo desde dentro, dudo mucho
>> que el nuevo orden, hijo de la estupidez, la moral pequeñoburguesa y su
>> cobardía esencial sea un avance respecto de éste. Es mucho más fácil
>> disfrazarse de zombie y bailar frente a la Moneda que negociar acuerdos,
>> estando dispuesto a ceder para obtener algo. Pero no: el camilismo exige el
>> todo o la nada; es mucho más fácil tocar la cacerola y tener su minuto en la
>> historia que proceder, como corresponde hacerlo en democracia, a través del
>> debate, la reflexión y la presión a los representantes políticos para que
>> empiecen a honrar el oficio por el que les pagamos y representen los
>> verdaderos intereses de la ciudadanía.
>>
>> Esta es una sociedad de Camilitas sin control y no se trata de que la
>> AUTORIDAD deba cumplir un rol paterno, sino que el sentido cívico del
>> ciudadano debiera primar en una sociedad madura y civilizada. Pero eso no
>> existe: hay demasiado resentimiento, demasiada ignorancia, demasiada maldad,
>> demasiada estupidez. Por eso, considero que ésta es la revolución de los
>> tarados, con una sociedad enloquecida que, víctima de una incompetencia
>> intelectual pavorosa, delega sus responsabilidades y reemplaza las ideas por
>> los eslóganes, el debate por las frasecitas en Tumblr, el respeto por la
>> prepotencia y renuncia, como en un carnaval, a una institucionalidad de la
>> que jamás se hizo responsable.
>>
>> Fernando Villegas
>>
>>
>>  __._,_.___ ,_._,___
>>
>>
>>
>>
>>
>>
>>
>> ------------------------------
>>
>> Se certificó que el correo no contiene virus.
>> Comprobada por AVG - www.avg.es
>> Versión: 10.0.1392 / Base de datos de virus: 1520/3885 - Fecha de la
>> versión: 08/09/2011
>>
>
>
>
> --
> Patricio Chacon Moscatelli
> Fono 56 9 96285304
> En Skype, "pachamos"
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