Como sabrán ya son 25 los países que se abren a una era de tolerancia y
entendimiento entre todos, ya son 25 los países que comprenden que el amor
no es algo que este ligado a un sexo o género en específico, y que
saltándose las leyes heteronormativas han legalizados los matrimonios
igualitarios.
¿Qué es un matrimonio igualitario?
Aunque la mayoría lo sepa, no está de más recordarlo. Los matrimonios
igualitarios son aquellos donde participan personas del mismo sexo. Es
decir dos mujer o dos hombres, concediéndoseles los mismos derechos de un
matrimonio entre una mujer y un hombre.
¿Por qué matrimonio?
Muchas personas han criticado el hecho de que se le llame matrimonio a la
unión de dos personas del mismo sexo, pues está palabra se suele derivar de
la expresión "matris munium" proveniente de dos palabras del latín: la
primera "matris", que significa "madre" y, la segunda, "munium", "gravamen
o cuidado", viniendo a significar "cuidado de la madre por el
marido/padre", en tanto se consideraba que la madre era la que contribuía
más a la formación y crianza de los hijos.
Pero ¿acaso importa su antigüo significado? La respuesta para muchos,
incluyéndome, es no. Debido a que los términos a lo largo de la historia
cambian y pueden ser socialmente aceptables. Ejemplo, términos como la
misma palabra gay del inglés, que antes de los 60 tenía un significado
totalmente distinto con el que hoy se asocia.
Asi que debidamente se puede llamar a la unión entre dos personas de igual
sexo MATRIMONIO.
¿Por qué son necesarios?
Ahí está el clip de porqué se lucha por su legalidad en nuestro país.
El hecho está en que aunque el matrimonio es una muestra legal de un amor
ya formalizado, también concede derechos a los implicados.
En Cuba se presenta mucho la situación de que parejas gays de muchos años,
llegan a la vejez, uno de los cónyuge muere y las cosas que entre los dos
han conseguido materialmente pasan a manos de la familia inmediata como
estipula la ley, y en este caso como la pareja no esta jurídicamente
registrada la familia inmediata serían los hijos del fallecido, o en caso
de que no tenga a manos de otros familiares cercanos entre los que el
cónyuge vivo no entra. ¿Injusto no? De ahí la necesidad de los matrimonios
igualitarios.
Me gustaría saber su opinión sobre estas tres preguntas, que tanto dilema
causan en la sociedad actual.
Jhans Oscar.