1. A la hora de mirar a otros chicos:
– ¿Acaso estabas mirando a ese tipo?
– Mmm… Tal vez :p
– ¡Oye! ¡La próxima vez que veas a un tipo guapo, avisame con tiempo para
verlo yo también!
2. A la hora de soportar las miradas de los demás:
– Es increíble que haya gente que nos odie sin razón.
3. A la hora de soñar con tu boda perfecta:
– ¡Sí! Acepto casarme contigo.
– ¡Dios! Espero que el matrimonio siga siendo legal para la fecha que
planeamos la boda.
4. A la hora de pensar en tener hijos:
Los heterosexuales los hacen en la cama.
Mientras los gais:
– ¡Ok! Necesitamos llenar dos formularios más, luego anexar documentos de
solvencia económica, pruebas de nuestra unión como pareja estable y así… si
todo sale bien, en 2 o 5 años tendremos aprobada la adopción de nuestro bebé.
5. Pero al final, la única gran verdad, es esta:
– Salir del closet fue difícil y crecer como gay fue algo duro. Aún temo
por mi vida cuando voy a ciertos lugares y la mitad de mi familia sigue sin
hablarme desde que saben que soy gay… Pero construir mi felicidad, ¡valió
la pena!