Demasiadas familias disfuncionales y de padres muy jóvenes aún como para
asumir tamaña responsabilidad. Al final quien paga todo eso son los niños,
productos a veces de una noche loca.
La sociedad necesita saber de esto mucho más para hacer conciencia y estar
más atentos y con leyes más protectoras de la infancia.
En la calle cada vez que veo a una madre/padre dándole una tunda a un
niño/niña solo pq no hace lo que quiere hiervo.
Saludos.
El mar., 25 de junio de 2019 10:37 p. m., Roly Dguez <roldguez@xxxxxxxx>
escribió:
Hola!
!Y hay mucho mas!
Mi esposa es la única siquiatra del municipio. . Si les contara la mitad
de
lo que ve sentirían vergüenza de la raza humana.
En 25 de junio de 2019 4:01:47 PM "Brian S." <cub@xxxxx> escribió:
Muy triste y lamentable, peo muy corajudo el articulo y me asombra quese
le escape a la censura, bravo por esos periodistas en Villa Clara, sinfuturo,
pelos en la lengua.
Abran los ojos coterraneos, no es asunto de politica, es sobre el
yo no se quien tiene que cambiar, me da lo mismo mientras sea para bien,en
pero esto si no se puede permitir.
http://www.vanguardia.cu/villa-clara/14515-cuando-los-angeles-lloran
Cuando los ángeles lloran
Las agresiones físicas, la negligencia, el abandono y el abuso sexual,
resultan algunas de las tipicidades más frecuentes del maltrato infantil
la provincia de Villa Clara.cuello
Que un niño de siete años anude una soga, la enrolle alrededor de su
y salte de un muro, parece un juego macabro, y no una decisióndefinitiva,
de las que se toman en silencio. «Quería morirse», y quien escucha —conla
garganta en un puño y la imagen del hijo propio nublándole los ojos—solo
espera que en algún punto de la entrevista le digan, al menos, que no loamor;
deseaba en serio.
Que no lo hizo por fatiga y tristeza, por tanta hambre de cuerpo y de
no por el par de alcohólicos que lo engendraron para privarlo luego demano.
dignidad y consuelo: no porque nadie lo amara.
Solo un niño «roto» podría anhelar el fin y propiciarlo por su propia
Solo un alma arruinada busca paz a los siete años. Y solo la Medicina ola
Providencia saben por qué lo trajeron de vuelta a una vida donde pocoslo
han querido.el
Un intento suicida más en el 2019; el alarido de otro hijo degradado por
resentimiento y el abandono paternal.18
Alánimo, Alánimo… ¿mandarlo a componer?
Al finalizar el pasado mes de abril, 47 niñas y 14 varones de entre 5 y
años de edad, habían ingresado en el servicio de Salud Mental delhospital
pediátrico provincial José Luis Miranda por atentar contra sus vidas.Según
las estadísticas ofrecidas a Vanguardia por el Departamento de Registroslos
Médicos de dicha institución, el 93.6 % de las menores y el 64.2 % de
niños, ingirieron tabletas de diferentes tipos, hecho reiterado si lode
comparamos con las cifras del 2018: un total de 229 intentos suicidas,
los cuales 223 utilizaron el mismo medio.veces
La Dra. Aimée Fournier Orizondo, especialista en I Grado en MGI y en
Psiquiatría Infantil, ha sido testigo de uno de los fenómenos más
lamentables de los que debe ocuparse la atención pediátrica, aunque su
preocupación por el alza evidente de los intentos de suicidio estriba en
las razones predisponentes en la mayoría de estos casos: problemas
paterno-familiares y abusos sexuales.
«Actualmente, los comportamientos suicidas se han convertido en la causa
más frecuente de ingreso en el servicio de Salud Mental, pero muchas
el primer móvil, es decir, el argumento que alega el paciente, noresulta
el verdadero.Tras el ingreso, comenzamos a estudiarlos hasta detectar laa
raíz del problema, la cual ubicamos, en la mayor parte de las ocasiones,
partir de conflictos familiares que actúan como factores desencadenantesde
autoagresiones. De hecho, muchas veces lo hacen no por el deseo real deinternos
morir, sino como un llamado de atención en respuesta a problemas
en los que el maltrato infantil subyace casi invariablemente».establecido
—Al referirse al maltrato, ¿lo hace solo desde la perspectiva del daño
físico? ¿Se manifiesta más en unas familias que en otras?
—Un dato interesante resulta que, a diferencia de lo que se ha
en el imaginario popular, el maltrato infantil se produce tanto alinterior
de las familias funcionales, como de las que no lo son, pues una de lasdistanciamiento
formas más reiteradas en los últimos años toma cuerpo en el
entre padres e hijos, y la tendencia a delegar la crianza, el cuidado yla
educación en abuelos, tíos e, incluso, en personas vinculadas a lafamilia,
que no siempre saben, o no pueden cumplir bien con tal responsabilidad.morir.
«La emigración formal e informal, las misiones internacionalistas y la
propensión a priorizar la economía para suplir las carencias básicas del
hogar, han desembocado en que algunos niños y adolescentes se sientan
minimizados, solos, y su reacción natural se manifestará en síntomas que
van desde la depresión, la apatía, y la tristeza, hasta el deseo de
El intento suicida constituye para ellos una salida viable. Sin embargo,lo
que pocos conocen es que dicha respuesta tiene como origen un tipo depunible
maltrato conocido como negligencia o abandono, que también resulta
por la ley cubana».abuso
—¿Cómo aplica la negligencia para los casos de abuso sexual?
—Casi por norma, los victimarios en las violaciones y los hechos de
lascivo y ultraje, son amigos o vecinos cercanos al núcleo; a veces,y
familiares consanguíneos o personas con las que conviven porque están
casados con abuelas, tías, hermanas, etc.
«Si a ello le sumamos que muchos padres desatienden a sus hijos o se los
confían a otros, no siempre aptos o atentos, durante la mayor parte del
tiempo, no resulta muy difícil suponer que a la sombra de los descuidos
el exceso de confianza, se puedan cometer actos tan repudiables».su
El Artículo 86 del Capítulo III (Las Familias) de la Constitución de la
República de Cuba refrendada el pasado 24 de febrero, declara que las
niñas, niños y adolescentes, desde su especial condición de personas en
desarrollo, «son protegidos contra todo tipo de violencia».
La ley Nro. 1289 Código de Familia, expresa en el Capítulo II (De las
relaciones entre padres e hijos) —Sección Primera, Artículo 85—, que la
Patria Potestad comprende, entre los deberes y derechos de los padres,
tener a los hijos bajo su guarda y cuidado, velar por su salud, atender
educación, dirigir su formación cívica, proveer y satisfacer lasy
necesidades y garantizarles un ambiente seguro.
El Código Penal cubano también consigna la protección de los más
vulnerables en el Título XI (Contra el normal desarrollo de la Infancia
la juventud) —Capítulo III, Sección Segunda, Artículo 315.1 (Otros actosmulta
contrarios al normal desarrollo del menor)— en el cual establece que «El
que no atienda o descuide la educación, manutención o asistencia de una
persona menor de edad que tenga bajo su potestad o guarda y cuidado,
incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o
de cien a trescientas cuotas o ambas».Luis
Sin embargo, para el Dr. Yandry Alfonso Chang, subdirector del «José
Miranda», el rol paternal y familiar se ha resquebrajado hasta el puntode
desvirtuar la condición tradicionalmente protectora del entorno hogareño.el
«El incremento de la accidentalidad dentro de las casas nos alarma
sobremanera, pues ya no solo recibimos los casos típicos de caídas e
ingestión de sustancias tóxicas: hoy, la negligencia familiar se ha
convertido en el factor más influyente en las estadísticas de morbilidad
pediátrica.
«A mediados de febrero comenzamos a notar un alza en los accidentes en
hogar, con el agravante de que fueron más críticos de lo común. Un niñode
un año cayó dentro de una cubeta con agua y quedó con daño neurológicomanifestaciones
permanente; a una bebé de seis meses le dieron a tomar cloro por agua;
recibimos a un lactante de cinco meses deshidratado y al borde de la
muerte, después de que la madre violara el esquema de lactación y lo
alimentara con arroz, frijoles y mortadella, y los pacientes que se
intoxican con fármacos, kerosene, sosa cáustica, insecticidas y otras
muchas sustancias venenosas, son historias diarias en este centro.
«Para mí está muy claro: las personas desestiman el hecho de que, con su
actuar negligente, incurren en actos de maltrato infantil, ya que no
crearle al menor un ambiente seguro, constituye una de las
más graves de dicho delito».las
—A la llegada de estos casos, ¿qué puede hacer el hospital, más allá de
proporcionarle atención al niño lesionado?
—Siempre que recibimos a algún paciente golpeado, independientemente de
circunstancias, no solo realizamos un examen físico exhaustivo, sino quela
además el médico interroga a los padres o a la persona que lo trasladó
hasta el centro. Si en ese intercambio surgen dudas razonables debido a
magnitud de los golpes, o si se notan incongruencias en la narración, adenunciar
nuestros especialistas les asiste el derecho y la obligación de
el caso a la PNR.lado
«No obstante, muchas veces notamos que, aun cuando viene la patrulla, en
cuestión de dos o tres horas, el denunciado podría estar de regreso al
del niño herido, como nos sucedió recientemente con la madre de un bebéde
seis meses que llegó con signos evidentes de maltrato físico. O sea,aunque
confiamos en los procedimientos policiales, consideramos que seríaoportuna
una investigación más rigurosa y extendida, pues todos sabemos que, enmedidas
cualquier lugar del mundo, ese tipo de dudas conduce a acciones y
muy restrictivas».las
El Mayor Euclides Suárez Arias, al frente del Órgano de Instrucción del
Minint desde el cargo de segundo jefe, reconoce la responsabilidad de
fuerzas de la PNR «de enfrentar las denuncias de esta naturaleza. Losestán
doctores que sospechen de agresión física cuando realizan el examen,
en la obligación de avisar a la policía. Además, contamos con un equipode
la Guardia Operativa Provincial —incluye un instructor de Homicidios yun
perito, aunque según la gravedad del caso se podría sumar más personal—,director
dispuesto las 24 horas a acudir a donde se les llame».
Los doctores Diovani Hernández Plasencia y Belkis Ávalos Méndez,
provincial de Salud y jefa de la sección del Programa de AtenciónMaterno
Infantil (PAMI) en el territorio, respectivamente, confirman la dualidadde
dicho deber —denunciar-acudir—, e instan a que los facultativos esténsolapadas.
atentos a las evidencias de violencia, aún en sus versiones más
y
Las máscaras del abuso
No existe peor acción ¿humana? que vulnerar la inocencia de un niño. Ira
asco. Impotencia. Conscientemente, todos repudiamos el abuso, pero sonno
pocos los que declaran contra la madre/padre que abofetea a un bebé que
quiere comer; o los jalonean como monigotes cuando pretenden hacerloscinco y
caminar con pasos demasiado largos, o les humillan e insultan porque
conocen que, desde su percepción, no pueden siquiera imaginar que son
víctimas de los seres a los que más aman.
El Dr. Ángel Serafín Camacho Gómez, jefe del Grupo Provincial de
Neurocirugía, dirige además dicho servicio en el hospital pediátrico
villaclareño. Lleva más de media vida lidiando con las consecuencias del
desamor y la violencia. Como regla, la sala recibe anualmente entre
diez pacientes menores de un año con traumas de cráneo que indicanmaltrato
infantil. Solo en abril ingresaron a dos de estos casos. Ambos fueronejemplo,
reportados a la PNR.
«Para los lactantes, todos los traumas craneales son graves. Por
como consecuencia del Síndrome del Niño Sacudido (SNS) —la madre/padre odecenas
persona a cargo zarandea con fuerza al bebé cuando no para de llorar, lo
cual puede provocar lesiones cerebrales severas e, incluso, la muerte—
hemos intervenido quirúrgicamente, en el transcurso de los años, a
de menores. Otros son colocados como escudos humanos en medio de laspeleas
de los padres, o llegan con una fractura deprimida que luego pretendensabemos
justificar con una simple caída, un golpe accidental, pero nosotros
distinguir de inmediato cuando media la agresión».seis
—¿Cuál es el entorno sociofamiliar donde ocurren estos hechos con más
frecuencia?
— Básicamente, familias disfuncionales, y el riesgo y la vulnerabilidad
aumentan para los hijos pequeños de padres alcohólicos. El año pasado
tuvimos un caso muy triste que conmovió a Villa Clara, el del bebé de
meses que falleció luego de que el padre lo apuñalara en la cabeza: elniño
resultó la gran víctima de una trifulca marital.los
«No obstante, mantengo el criterio de que le falta más profundidad e
involucramiento a la investigación policial. Nuestro servicio es uno de
que más reportes de violencia realiza, y hemos atestiguado que lapatrulla
se presenta, interrogan a quien acompañe al paciente, y en la mayoría deallá.
las ocasiones se quedan con esa versión del asunto, sin indagar más
En todos estos años de trabajo nunca se me ha citado para prestarno
declaración, lo que me hace pensar que esos casos no repercuten lo
suficiente fuera del hospital».
Atropello enmascarado por mentiras, no por evidencias, y voces que no se
alzan por una simple razón: no pueden hacerlo. No hay abuso sutil, como
existen víctimas de mayor o menor grado. Un niño que sufre es,con
irremediablemente, un ser desprotegido. Sin embargo, las manifestaciones
suelen ser tan diversas que, incluso, cuesta creerlas.
En próximas ediciones, Vanguardia ofrecerá un seguimiento en el que
expondremos casos y declaraciones sobre algunas de las más infames
expresiones del maltrato infantil. Hasta entonces, intente mirarse por
dentro, ábrase a lo que ocurre a su alrededor y líbrese de la violencia
que a casi todo reaccionamos, pues las peores historias no ocurren en la
ficción, sino a tres pasos de la vida real.
Brian S.