[chilefuturo] Re: UNA OPINION PARA CONSIDERAR - Aclaración

  • From: "PLandsberger" <pedro.landsberger@xxxxxxxxx>
  • To: "Patricio Chacon" <pachamos@xxxxxxxxx>, <chilefuturo@xxxxxxxxxxxxx>, <chile-h@xxxxxxxxxxxxxxxx>, "Radio U. de Chile" <pautauchile@xxxxxxxxx>, "Discussion Regarding the Chilean Social Sciences" <CHILE-H@xxxxxxxxxxxxxxxxx>
  • Date: Tue, 20 Sep 2011 16:41:37 -0400

El artículo está en http://www.elciudadano.cl/2011/09/15/%C2%BFhabra-tantas-vacas-en-chile/


El sitio de CENDA es www.cendachile.cl, pero no parecen tener registradop este artículo.

Saludos

P.


----- Original Message ----- From: "Patricio Chacon" <pachamos@xxxxxxxxx> To: <chilefuturo@xxxxxxxxxxxxx>; <chile-h@xxxxxxxxxxxxxxxx>; "Radio U. de Chile" <pautauchile@xxxxxxxxx>; "Discussion Regarding the Chilean Social Sciences" <CHILE-H@xxxxxxxxxxxxxxxxx>
Sent: Tuesday, September 20, 2011 1:24 PM
Subject: UNA OPINION PARA CONSIDERAR


Una manera sensata de solucionar el paso a la educacion basica y media
estatal, de calidad y gratuita.

Recibido De: Ximena V.

No da el link, pero supongo que debe estar en www.cenda.cl

Patricio

¿Habrá tantas vacas en Chile?


El asunto es sencillo. Si hay un colegio público de excelencia y
gratuito en cada barrio, instalar un colegio privado simplemente no
resulta buen negocio, por mucho subsidio que se ofrezca a la demanda.
Eso lo sabe todo el mundo y especialmente los empresarios privados de
educación.

Distinto es el caso de colegios particulares con una orientación
determinada, por ejemplo, religiosa, filosófica, cultural, de colonia,
social, etc. Ese tipo de establecimientos siempre ha existido y
seguirá existiendo, con o sin subsidio; nadie se opone a que los
reciban si son buenos.

El problema de la educación, por lo tanto, nunca ha sido de libertad
de enseñanza o apoyo público a proyectos de educación particulares. En
ese punto todos coinciden. El problema ha sido un esquema que ha
pretendido reemplazar el sistema de educación pública por empresas
privadas con fines de lucro, lo cual evidentemente solo es posible en
la medida que desmantele el primero para abrir espacio al segundo. Esa
ha sido precisamente la esencia de la Loce y todos sus mecanismos
relacionados, la municipalización, el financiamiento mediante vouchers
iguales, el financiamiento compartido, etc. Los nuevos entes raros que
el Gobierno propone se hagan cargo de los colegios es más de eso
mismo.

Por este motivo, precisamente, es que hay una resistencia tan terca a
lo que exige la abrumadora mayoría del país: la reconstrucción de un
servicio nacional de educación pública, moderno, centralizado y
descentralizado al mismo tiempo, que en breve tiempo instale un
colegio público gratuito de excelencia en cada barrio de cada ciudad y
pueblo de Chile. Como hicimos durante el siglo veinte.

Ante el avance arrollador de esta idea sencilla, impulsada por el más
gigantesco movimiento estudiantil de la historia, se levantan voces
anunciando el fin del mundo si se termina el lucro en educación, que
es otra manera de expresar la idea recién expuesta. ¡Que va a quedar
un millón de estudiantes sin colegio! ¡Que se va a atentar contra
miles de pequeños empresarios de la educación, en su mayoría
profesores! Siempre los sectores conservadores afirman que el estado
de cosas actual no se puede modificar. Cuando el Gobierno Popular
propuso dar medio litro de leche a todos los niños chilenos, la
derecha preguntó si había tantas vacas en Chile. Ahora chillan con una
sola voz ¡No se puede terminar con el lucro en la educación!

Nada mas falso. Se puede reconstruir el sistema nacional de educación
pública gratuito en breve tiempo, sin un aumento significativo del
gasto público, sin que quede un solo niño sin colegio y respetando
escrupulosamente los derechos de los empresarios que creyeron en el
esquema anterior e invirtieron en educación; incluso, se les pueden
abrir mejores oportunidades de negocios. Adicionalmente, desde luego,
con un enorme avance en las condiciones de trabajo del gremio más
vilipendiado de Chile, al cual se ha pretendido cargar con todos los
problemas de un esquema privatizador fracasado: el noble y sacrificado
profesorado chileno, constituido en más de dos terceras partes por
mujeres.

Una forma sencilla en que se puede realizar la transición consiste en
que el Estado asuma directamente la gestión de todos los profesores
que ya paga, tanto en el sector municipal como en el particular
subvencionado. Como se sabe, la subvención a estos últimos supone que
se paga a los profesores un salario igual al de los municipales, lo
cual ciertamente no ocurre. En otras palabras, pasar todos los
profesores de los colegios municipales y particulares subvencionados a
ser funcionarios del nuevo servicio nacional de educación pública
representa para los últimos un beneficio extraordinario ¡Y para el
Estado no representa costo adicional puesto que ya está haciendo este
desembolso!

Eso se hace sencillamente por decreto, como se hizo en España hace
algunos años. De este modo quedará constituido en lo fundamental el
nuevo servicio de educación pública, es decir, con todo su personal
docente ya distribuido en el territorio, incluso con su alumnado
respectivo, que es lo esencial. Desde el punto de vista de estos
últimos no hay cambios, puesto que siguen con sus mismos profesores,
solo que estos dependen ahora del nuevo servicio de educación pública.

Adicionalmente, hay que proceder a establecer las estructuras de
supervisión y dirección del nuevo servicio docente a todo nivel,
asegurando la debida participación de los poderes locales y las
comunidades escolares en su gestión. En dicha estructura tiene cabida
por cierto todos los actuales supervisores, directores de colegios,
etc., que trabajan en el sector particular subvencionado, los que
igualmente son pagados por el Estado y pueden pasar directamente a
depender del nuevo servicio.

Lo principal en este asunto es que la nueva estructura docente del
nuevo servicio sea definida por educadores y no por economistas que de
educación no tienen idea y ya han hecho suficiente daño al sector.

Luego hay que resolver el tema de los servicios anexos a la educación,
como los edificios, computadoras, aseo, alimentación escolar,
bibliotecas, etc. Todo esto se puede resolver con la participación del
sector privado. Es la única cosa buena del intento de privatización
forzada en los últimos 30 años: se ha desarrollado una industria
privada que puede proveer estos servicios.

Empezando por los edificios, que si bien han sido financiados por el
Estado mediante generosos subsidios, son hoy de propiedad privada de
los llamados “sostenedores,” terminacho poco elegante que felizmente
quedará solo como un mal recuerdo. Sin embargo, ellos tiene por
contrato la obligación de destinar dichos edificios a fines
educacionales por un plazo prolongado, 30 años o algo así. El nuevo
servicio puede proceder a arrendar dichos edificios a una tarifa que
garantice una rentabilidad razonable a las inversiones propias de su
propietario en los mismos, descontado desde luego el subsidio fiscal
aportado. Eso dará a los actuales “sostenedores” un ingreso más que
interesante, por muchos años, y luego quedan como propietarios del
terreno y edificio y sin obligaciones. No parece mal arreglo para la
mayoría.

Adicionalmente, muchos sostenedores son efectivamente profesores, que
pueden quedar como directores de colegio u otros cargos en el nuevo
servicio, contratados como funcionarios, lo que para muchos puede ser
un buen arreglo, especialmente para los pequeños. Adicionalmente,
habrá que contratar los demás servicios anexos, algunos de los cuales
lo pueden proveer quizás los mismos “sostenedores.” De hecho, este
mercado se puede ampliar a los actuales colegios municipales, con lo
cual se abre al sector privado un amplio espacio de legitimo lucro en
el sistema educacional ¡Pastelero a tus pasteles!

Sin perjuicio de todo lo anterior, el paso de los actuales colegios
subvencionados al nuevo sistema público debería ser sobre una base
estrictamente voluntaria. En otras palabras, aquellos que deseen
continuar operando en las mismas condiciones actuales, deberían poder
hacerlo. Ciertamente, optarían por esta alternativa los colegios
subvencionados sin fines de lucro, como los pertenecientes a iglesias
y otros. Posiblemente, algunos colegios subvencionados con fines de
lucro -los menos probablemente- considerarán que pueden continuar
funcionando aun en las nuevas condiciones, en las cuales deberán
competir con un colegio público gratuito de excelencia en su mismo
barrio. En cualquier caso, parece adecuado promover que en la decisión
de seguir o no como colegio particular subvencionado en las nuevas
condiciones participe toda la comunidad escolar y no solo el
“sostenedor.”

De la manera expuesta, se puede garantizar una transición indolora al
nuevo sistema de educación pública gratuita, el que se reconstruye sin
destruir nada de lo existente, incluido lo que se ha construido en las
últimas décadas, sino por el contrario sobre la base de aquello, como
debe ser.

Ciertamente es solo un camino entre los muchos posibles para lograr
este gran objetivo nacional. Seguramente los expertos en la materia
pueden sugerir caminos mucho mejores para lograr al mismo fin. Lo
importante es precisar que si se quiere, se puede.

El país acaba de realizar un cambio mucho mayor: el nuevo sistema de
justicia. Lo hizo muy bien, apoyado en un consenso de todos los
sectores. Es precisamente lo que hay que hacer con la educación.

¡Es el momento de hacerlo!

Por Manuel Riesco


--
Patricio Chacon Moscatelli
Fono 56 9 96285304
En Skype, "pachamos"
http://web.archive.org/web/20050329193647/www.geocities.com/etica_piagetiana/
http://piagetianmoraldevelopment.blogspot.com/
http://sites.google.com/site/desarrollomoralpiaget/
http://pachamos.googlepages.com

Other related posts:

  • » [chilefuturo] Re: UNA OPINION PARA CONSIDERAR - Aclaración - PLandsberger