No tengo "segunda señora" como mi tocayo Lobos (un gran abrazo para el), pero si tuve la gran fortuna de contemplar un amanecer unico, volando hacia Calama ayer jueves de madrugada, con un potente Venus cerca de una Luna casi nueva, con la luz crepuscular que hacia cambiar de color a las escasas nubes orientales a medida que el Sol se iba haciendo presente. Las estrellas ni siquiera titilaban a esa altura (es como para poner un telescopio). Seguramente era sobre Copiapo. Lamentablemente la camara no estaba a la altura de las circunstancias, pero haciendo los limitados ajustes que me permitia, algo se pudo hacer. Simplemente queria compartir el sentimiento que me produjo ese amanecer y lo hermoso que es nuestro planeta. Abrazos. cl.
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