[colombiamigra] El adiós

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  • Date: Thu, 28 Feb 2013 08:22:52 -0800 (PST)

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Lunes, 25 de Febrero de 2013 06:27 

American Curios
El adiós
por  La Jornada
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Informacion adicional
        * Autor:David Brooks
        * País:Estados Unidos
        * Región:Norte América
        * Fuente:La Jornada
John Berger cuenta en su ensayo Cada vez que decimos adiós, que durante el 
último siglo nunca jamás tanta gente ha viajado en este planeta, algunos por 
voluntad propia, por motivos de turismo y viajes de negocios, pero la gran 
mayoría bajo coerción: los desplazados, los refugiados, y “ola tras ola de 
emigrantes, ya sea por razones políticas o económicas, pero emigrando para 
sobrevivir. El nuestro es un siglo de viaje a fuerza. Iría más allá y diría que 
el nuestro es un siglo de desapariciones. El siglo de la gente que no puede 
hacer otra cosa que ver a otros, quienes eran cercanos, desaparecer en el 
horizonte”. Argumenta que por eso el cine es el arte que más define al último 
siglo, ya que es un arte que nos lleva a otro lugar.
 
Tal vez por ello la celebración de los premios Óscar es uno de los espectáculos 
más vistos por la humanidad, ya que, como dice Berger, es una especie de 
“refugio global”.
 
No se sabe cuántos inmigrantes en este país vieron la ceremonia de los Óscares, 
ya que sus refugios aquí están cada vez más expuestos, y miles están en la 
cárcel por el simple hecho de haber dicho adiós a su familia y amigos, y cruzar 
una línea.
 
Pero el show político sobre los inmigrantes y qué hacer con ellos –los 11 
millones de indocumentados anónimos, parte de los 40.4 millones de inmigrantes 
de todo el mundo (el grupo más grande es de México, con un total de 11.7 
millones, 29 por ciento de todos los inmigrantes) que están aquí, muchos de 
ellos familiares de los ilegales– se pone en escena todos los días en 
Washington y en decenas de estados por todo el país.
 
La retórica política ha cambiado. El presidente, después de romper su promesa 
durante sus primeros cuatro años, ahora ha declarado prioridad inmediata una 
“reforma migratoria integral”. Los republicanos, que habían sido el obstáculo a 
cualquier iniciativa de legalización de los indocumentados, también se están 
sumando al juego. Todo resultado de la pasada elección, donde ambos partidos 
descubrieron que sus futuros dependerán cada vez mas de lo que se llama el 
“voto latino”. Sin embargo, nada está garantizado.
 
Mientras avanza el debate, la retórica tan bonita de que éste es “un país de 
inmigrantes” suele ocultar algunos de los hechos que marcan la vida cotidiana 
de los inmigrantes, sobre todo los indocumentados.
 
Por ejemplo, mientras Barack Obama afirma que es hora de que Estados Unidos 
reconozca la contribución de estos inmigrantes a la riqueza económica, social y 
cultural del país, en los hechos estas palabras se traducen en otra cosa: 
ningún presidente ha deportado a tantos inmigrantes, con ello dividiendo 
familias, rompiendo comunidades, destrozando tejidos humanos, anulando sueños y 
generando temor, pánico y sospecha del “otro”.
 
Obama deportó a más inmigrantes en sus primeros cuatro años que George W. Bush 
en ocho en la Casa Blanca. El New York Times reporta que para finales de este 
año las deportaciones con Obama llegarán a 2 millones, casi el mismo total que 
todas las deportaciones en Estados Unidos entre 1892 y 1997. En promedio, el 
presidente está deportando unos 400 mil al año, un nivel récord.
 

No sólo eso: hay un incremento dramático de procesos judiciales contra 
inmigrantes, lo cual ha nutrido un sistema de detención nacional creciente para 
esta comunidad, con más de 250 centros de detención, en los cuales se 
mantuvieron más de 400 mil personas, la mayoría sin acusación penal alguna en 
contra. Durante la última década han estado detenidos más de 3 millones de 
inmigrantes en total, reportó Human Rights Watch. Ahora, el ingreso y el 
reingreso ilegal a Estados Unidos se ha vuelto el delito federal más 
fiscalizado en este país.
 
Obama y su gente explican que la intensificación de sus esfuerzos de “control 
fronterizo” y de detener y deportar inmigrantes es necesario para descalificar 
los argumentos republicanos de que antes de cualquier reforma migratoria es 
necesario lograr tener una “frontera segura”. “¿Quién les cree? Todos hemos 
escuchado eso de la reforma migratoria durante los últimos años y no se ve 
nada; lo único que sí se ve todos los días en nuestras comunidades es más gente 
detenida y deportada”, comenta un activista de derechos de los inmigrantes. 
Estas palabras se escuchan en todos los puntos del país.
 
La semana pasada, mientras la secretaria de Seguridad Interna, Janet 
Napolitano, estaba por hacer una presentación ante un comité del Senado, un 
inmigrante en el público se puso de pie y gritó: “¡has destruido nuestra 
comunidad!”, y en eso otras voces estallaron en el salón legislativo: “¡alto a 
las deportaciones!”
 
O sea, aquí hay un adiós doble: primero el difícil y peligroso al emigrar de 
algún punto a este país, y de repente, la familia y comunidad aquí tienen que 
decir adiós, de nuevo, a los que son deportados, o por lo menos preparar la 
despedida cada vez que un “indocumentado” –un padre, una madre, una hermana, 
una tía, un hijo– salga a la escuela, al trabajo, a la esquina por leche, ya 
que no se sabe si regresará. Desde 2010 el gobierno ha deportado a más de 200 
mil padres de niños que son ciudadanos estadunidenses, según un informe del 
American Immigration Council.
 
“Algunos de nosotros somos ilegales, y algunos no somos deseados…/Nos persiguen 
como criminales…como asaltantes…/Morimos en tus montes, morimos en tus 
desiertos/morimos en tus valles y morimos en tus llanos/Morimos bajo tus 
árboles y morimos en tus arbustos/De ambos lados de la frontera, morimos 
igual…/Adiós a mi Juan, adiós Rosalita/adiós mis amigos Jesús y María/No 
tendrán nombres cuando vuelen en ese gran avión/Lo único que serán llamados 
será ‘deportados’”. De la canción Deportee, de Woody Guthrie, escrita a finales 
de los años 40.
 
¿Cuántos adioses más tenemos que decir, tanto aquí como en los países que 
exportan seres humanos como parte de un modelo económico, antes de que podamos 
decir “bienvenidos”?
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Maribel Restrepo Mesa.

 
No imprima este mensaje si no es realmente necesario. Una tonelada de papel 
implica la tala de 15 árboles y el consumo de 250 mil litros de agua.

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