POR FAVOR DIFUNDIR AMPLIAMENTE (contenido pegado abajo y anexado) Comunicado de Prensa, http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2012/054.asp CIDH condena amenazas en contra del Padre Alejandro Solalinde en México 22 de mayo de 2012 Datos de contacto María Isabel Rivero Directora de Prensa de la CIDH Tel. (1) 202 458 3867 mrivero@xxxxxxx<mailto:mrivero@xxxxxxx> Washington, D.C. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena las recientes amenazas de muerte que forzaron la salida temporal del Padre Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos humanos de los migrantes en México, quien es beneficiario de medidas cautelares dictadas por la CIDH el 23 de abril de 2010, pero que no fue protegido en forma efectiva por el Estado. La información disponible indica que el Padre Solalinde, coordinador de la Pastoral Social de la Movilidad Humana de Tehuantepec, Oaxaca y fundador del Albergue del Migrante Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca, recibió seis amenazas de muerte en los dos últimos meses por sus labores relativas a la defensa de los derechos humanos de los migrantes en México. El 16 de mayo de 2012, el Padre Solalinde salió de México con el objeto de resguardar su vida e integridad y mientras se esclarecen sus condiciones de seguridad. En 2010, la CIDH otorgó medidas cautelares para proteger la vida y la integridad del Padre Alejandro Solalinde, David Álvarez, Areli Palomo, Mario Calderón, Norma Araceli Doblado y quienes trabajan o se encuentran en el Albergue del Migrante Hermanos en el Camino, tras haber sido objeto de actos de intimidación, y que en febrero de 2010, el Padre Solalinde habría sido detenido y encañonado por policías federales al concurrir a la Fiscalía del Estado de Oaxaca en el contexto de investigaciones iniciadas por el presunto asesinato de tres migrantes. La Comisión Interamericana considera de suma gravedad que el Estado de México no haya adoptado medidas de protección efectivas para prevenir que el Padre Solalinde se viese forzado a salir del país, sobretodo, teniendo en cuenta las medidas cautelares vigentes otorgadas por la CIDH y las amenazas y hostigamientos que le afectan a él y al personal que trabaja en el Albergue del Migrante Hermanos en el Camino. La CIDH recuerda que es obligación del Estado investigar de oficio estas amenazas y sancionar a los responsables materiales e intelectuales. En este sentido, la CIDH urge al Estado a adoptar de forma inmediata medidas efectivas de protección a fin de garantizar el derecho a la vida, la integridad y la seguridad de los beneficiarios de estas medidas cautelares, así como de los migrantes en tránsito por México que se encuentran en una situación de riesgo. Asimismo, la CIDH urge al Estado de México a adoptar de manera urgente todas las medidas necesarias para que el Padre Alejandro Solalinde pueda regresar al país y continuar desarrollando sus tareas de defensa de los derechos de los migrantes de manera segura. El Comisionado Felipe González, Relator de la CIDH sobre Derechos de los Migrantes expresó que "durante la visita de la Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes a México en julio y agosto de 2011, la delegación de la CIDH tuvo oportunidad de ver la labor central que realizan el Padre Solalinde y el personal del Albergue Hermanos el Camino en la defensa de los derechos humanos de miles de migrantes. En aquel momento ya eran beneficiarios de medidas cautelares de la CIDH y aún así persistían las amenazas y actos de hostigamiento en contra del Padre Solalinde, los cuales según nos han informado se han recrudecido hasta el punto de forzar su salida del país. Esta situación tiene un impacto directo en la protección de los derechos de los migrantes que llegan a este albergue, así como también, un efecto amedrentador sobre otros y otras defensores de los derechos humanos de los migrantes en México. Es de importancia categórica que México adopte e implemente todas las medidas que sean necesarias para garantizar condiciones de seguridad para los migrantes que se encuentren en una situación de riesgo, así como para que los y las defensoras de derechos humanos puedan continuar su trabajo, y, en particular, para que el Padre Solalinde pueda regresar y continuar sus labores". En las Observaciones Preliminares hechas por la Relatoría de la CIDH sobre Derechos de los Migrantes tras finalizar su visita a México en 2011, la Relatoría destacó "la importante labor que realizan organizaciones de la sociedad civil y personas individuales, al proveer albergue, alimentos, agua potable y otros servicios a los migrantes que transitan por el territorio mexicano. Los albergues proveen seguridad, alimentación e información a miles de personas que transitan todos los años por México. Estas personas y organizaciones cumplen una función social de gran valor, donde el Estado ha estado ausente durante muchos años." De igual manera, la Relatoría consideró que es "sumamente importante el trabajo desempeñado por defensoras y defensores de los derechos humanos de los migrantes, quienes a pesar de los riesgos que esto implica continúan con su labor", y en dicho sentido recomendó al Estado de México "garantizar condiciones de seguridad para las y los defensores de los derechos humanos de las personas migrantes". Tal como ha sido reiterado por la Comisión en su Segundo Informe sobre la Situación de las Defensoras y los Defensores de Derechos Humanos en las Américas, los actos de violencia y otros ataques contra las defensoras y los defensores de derechos humanos no solo afectan las garantías propias de todo ser humano sino que atentan contra el papel fundamental que juegan en la sociedad y sume en la indefensión a todas aquellas personas para quienes trabajan. La Comisión recuerda asimismo que la labor de defensores y defensoras es esencial para la construcción de una sociedad democrática sólida y duradera, y tienen un papel protagónico en el proceso para el logro pleno del Estado de Derecho y el fortalecimiento de la democracia. La Comisión Interamericana recuerda al Estado su obligación de ofrecer la debida protección de las defensoras y defensores de derechos humanos en el país. La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia. No. 54/12 Asegura que el precio por su cabeza era de $5 millones Denuncia el sacerdote Solalinde que políticos lo amenazaron de muerte Notimex Periódico La Jornada Lunes 21 de mayo de 2012, p. 14 Washington, 20 de mayo. El padre Alejandro Solalinde, quien salió de México en medio de amenazas de muerte, denunció hoy que políticos, a los que calificó de corruptos, pusieron un precio de cinco millones de pesos a su cabeza, pero aseguró que regresará a su país. En una entrevista con la cadena Univisión en Miami, Florida, Solalinde mencionó específicamente al ex gobernador del estado de Oaxaca, Ulises Ruiz, como uno de los políticos que se incomodaron por sus actividades de dar albergue a inmigrantes centroamericanos. Alguien que se opuso totalmente a nuestro albergue y que de principio a fin nos hizo la vida imposible y que incluso luchó hasta el último momento para quitar el albergue fue Ulises Ruiz, aseveró. En Veracruz tenemos a Fidel Herrera (ex gobernador), que en su gestión fue el tiempo de máximo número de secuestros en toda la historia que habíamos tenido en el estado, agregó. Cuestionado por el periodista Jorge Ramos si deseaba identificar a los políticos detrás de las amenazas, el sacerdote respondió que en este momento están investigando quiénes son, y precisó que el precio de su vida fue valuado en cinco millones de pesos. Solalinde aclaró que salió de México porque tenía un compromiso en el extranjero, pero que decidió posponer su regreso debido a las amenazas de muerte. Sostuvo que regresará a México, aunque no dio una fecha exacta. La misión no se abandona, externó. El sacerdote insistió en que su trabajo afectó intereses muy fuertes, intereses económicos, interés del narcotráfico, pero también de políticos incómodos que se han acostumbrado a la corrupción. Durante la entrevista, Solalinde mostró una pequeña libreta de apuntes donde, dijo, están nombres, apellidos y señas de quienes pudieran atentar contra su vida. Todo está escrito, indicó. Sobre sus preferencias electorales, dijo que votará el 1º de julio próximo, pero declinó dar el nombre de su candidato. Lamenta que el religioso haya tenido que salir del país La CIDH reclama a México seguridad para Solalinde Considera "de suma gravedad" la carencia de medidas efectivas de protección Afp Periódico La Jornada Miércoles 23 de mayo de 2012, p. 45 Washington, 22 de mayo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) criticó este martes que México no haya dado la debida protección al sacerdote y activista Alejandro Solalinde, quien se refugió en Europa tras recibir numerosas amenazas de muerte. Desde 2010, la CIDH ordenó medidas cautelares para proteger la vida y seguridad de Solalinde, fundador del albergue Hermanos en el Camino, en Oaxaca (sur de México), que brinda protección a migrantes, recordó la institución en un comunicado. La comisión, ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), "considera de suma gravedad que el Estado mexicano no haya adoptado medidas de protección efectivas para prevenir que el padre Solalinde se viese forzado a salir del país, sobre todo, teniendo en cuenta las medidas cautelares". Foto El sacerdote Alejandro SolalindeFoto María Meléndrez El gobierno mexicano debe tomar "todas las medidas necesarias" para que Solalinde, quien salió el 16 de mayo a Europa para refugiarse por dos semanas, pueda regresar su país y "continuar desarrollando sus tareas de defensa de los derechos de los migrantes de manera segura", indicó la CIDH. Solalinde recibió seis amenazas de muerte en los dos últimos meses, denunció la comisión. La CIDH otorgó las medidas cautelares a Solalinde y a otras personas que trabajan en el albergue, luego de que sufrieran intimidación. Responde gobierno federal a la CIDH: Solalinde sí recibió seguridad Desde las últimas semanas de abril, el Gobierno Federal dispuso lo necesario para custodiar y proteger en todo momento al padre, con elementos de la Agencia Federal de Investigación, asegura la Secretaría de Gobernación. mayo 23, 2012 inShare Email to a friend Print this page 1 0 + -Text Size Alejandro Solalinde. Foto: Cuartoscuro. Desde las últimas semanas de abril, según detalla un comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación (Segob), el Gobierno Federal dispuso lo necesario para custodiar y proteger en todo momento, conelementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), al sacerdote Alejandro Solalinde. La dependencia detalló en un comunicado que el propio sacerdote “ha manifestado estar tranquilo y satisfecho por la forma en que se implementó el mecanismo para su seguridad”. En respuesta a un comunicado emitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) , según el cual “el Estado Mexicano no adoptó medidas de protección efectivas” en favor de Solalinde, la Segob detalló cómo se le ha protegido. Ayer, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó “las recientes amenazas de muerte que forzaron la salida temporal del Padre Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos humanos de los migrantes en México, quien es beneficiario de medidas cautelares dictadas por la CIDH el 23 de abril de 2010, pero que no fue protegido en forma efectiva por el Estado“. A lo que el Gobierno Federal respondió, a través de Segob: “En las últimas semanas de abril del presente año, el Gobierno Federal dispuso lo necesario para que el padre Solalinde aceptara la protección que se le ofrecía y permaneciera así debidamente custodiado y protegido en todo momento”. Por otra parte, “se le proporcionaron otros apoyos para facilitar sus traslados y estancias en diversos puntos del territorio nacional”. De acuerdo con el comunicado, el Gobierno Federal, junto con el de Oaxaca, ha implementado medidas complementarias como la instalación de cámaras de seguridad, el otorgamiento de teléfonos celulares y el establecimiento de alumbrado público perimetral. De la misma forma, se realizan “recorridos de vigilancia de las diversas corporaciones policiacas” y se han proporcionado vehículos para sus traslados. La Segob detalló todo lo anterior luego de aclarar que para el Gobierno Federal la labor del sacerdote Solalinde en defensa de los derechos de los migrantes es “de la mayor relevancia”. Reiteró su convicción de que ninguna persona en el país, sin importar su nacionalidad o condición migratoria, puede ser amenazada, intimidad, extorsionada o violentada en sus garantías. Además se está trabajando para identificar y castigar a los responsables de las amenazas sufridas por el sacerdote. Sin embargo, “es pertinente señalar que el padre Solalinde ha precisado que su decisión de ausentarse temporalmente del país, obedece a compromisos previamente adquiridos de acuerdo a su agenda de trabajo”. Por último, el gobierno ratificó su voluntad de mantener el esquema de seguridad en favor del padre Solalinde, cuando él considere pertinente volver para continuar con sus tareas humanitarias. En mayo, Solalinde denunció que políticos, a los que calificó como corruptos, le pusieron un precio de cinco millones de pesos a su cabeza, pero aseguró que regresará a ese país. Luego de recibir seis amenazas de muerte en los últimos dos meses, el padre Alejandro Solalinde anunció que saldría del país el 16 de mayo “temporalmente”, siguiendo un protocolo para su seguridad diseñado en conjunto por la PGR, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Pastoral de la Movilidad Migrante de la Conferencia del Episcopado Mexicano y las agrupaciones Amnistía Internacional y Brigadas Internacionales de Paz. “No me voy por miedo –aclaró el defensor de derechos humanos, fundador del albergue para migrantes centroamerianos Hermanos en el Camino, de Ixtepec, Oaxaca–, sino por obediencia, pues de eso está hecha la Iglesia, pero acepté sólo con la condición de que volveré a México en los primeros días de julio.”