Hijos de las Estrellas.
Autora: María Teresa Ruiz
|
Comentario de Elias Mella: anima a seguir pensando que no estamos solos y
que no somos los más inteligentes (precio estimado del libro, $11500.-)
Comentario de Iván Alarcón: hermosas fotografías de galaxias, constelaciones, estrellas, un primer capítulo mostrando los observatorios instalados en territorio nacional y otros en construcción. El resto de los capítulos muestran, en lenguaje fácil de entender por el lector alejado de la ciencia astronómica y de la ciencia en general, el estado del arte de lo que sabemos hoy sobre el nacimiento, desarrollo, mantenimiento y muerte de los diversos tipos de estrellas que se conocen, pasando por estrellas normales, gigantes rojas, enanas blancas, estrellas de neutrones y agujeros negros, un pequeño resumen tambin aparece sobre lo que sabemos sobre el origen del cosmos, el Big-Bang, todo en lenguaje entendible para la gente.
El libro no hace ningún comentario sobre el posible origen del cosmos, no se matricula con ninguna posición, en este caso es un libro neutro, no molesta a nadie, y es eso justamente lo que molesta de él, no se puede hablar de astronomía, cosmología sin matricularse con alguna visión particular sobre la vida, sobre lo que uno cree en particular, cuando uno lee a Stephen hawking en su "Breve Historia del tiempo", vemos en el claramente una posición, una forma de mirar al mundo, en este caso, SH, es una ateo, y trata de explicarse el mundo con su mirada particular y se le respeta justamente por esto, es honesto, lo mismo pasa cuando uno lee a Werner Heisenberg en "La imagen de la Naturaleza en la Física Actual", uno rescata el intento del autor en volver a las fuentes, a pesar de que uno pueda estar en desacuerdo con sus conclusiones, claro no regresa lo suficiente en el tiempo pero eso, a pesar de ser un detalle importante, no resta méritos al intento del autor del libro que trata de matricularse con una tesis.
En ín, el libro de Mara Teresa Ruíz, es un hermoso libro, con bonitas ilustraciones, pero que no aporta mucho. Faltan astrónomos y científicos más valientes como Max Planck (1858-1947), premio Nobel de Física 1918, por ejemplo, no tena miedo de expresar su posición al respecto, leamos lo que el decía:
"He cumplido con un deseo muy íntimo de demostrar, hasta donde sea posible, tanto los resultados de mis trabajos científicos como la posición a la que gradualmente he llegado respecto a problemas generales-tales como el significado de las ciencias exactas, su relación con la religión, el nexo que existe entre causalidad y el libre albedrío-aceptando gustosamente las invitaciones que he recibido para pronunciar conferencias en academias, universidades, sociedades culturales y ante el público en general, que para mi ha significado un estímulo personal que siempre recordaré con gratitud durante el resto de mi vida"
Interesante eso es, del libro de Mara Teresa Ruiz, algunas reflexiones que hace sobre que en astronomía, no hay que dejarse llevar por el sentido común, sino que hay que dejarlo absolutamente de lado, dice ella, en este comentario, esta implícito una forma de pensar que estaba presente en los primeros astrónomos y que forma parte de la tradición cristiana-latina.
Recordemos lo que dijo Nicolás de Cusa (1401-1464), cardenal de la iglesia católica, sobre el movimiento:
"Todas estas cosas que hemos dicho no fueron alcanzadas por los antiguos porque les faltaba la Docta Ignorancia. Es evidente, pues, para nosotros, que la Tierra verdaderamente se mueve, aunque nosotros no nos demos cuenta, porque no percibimos el movimiento sino por medio de una comparacin con algo fijo. Pues si alguno ignorara que el agua fluye y no viera las orillas estando en un navo en medio del agua, cómo se dara cuenta que la nave se mueve? Y por eso siempre le parece a cualquiera que, si estuviere en la Tierra, en el Sol o en otras estrellas, está el centro casi inmvil y que todas las cosas se mueven. Y siempre constituiría unos polos segn que existiera en el Sol, otros en la Tierra, otros en la Luna y en Marte, e igual en los dems astros"
Y Copérnico (1473-1543), sacerdote católico, decía lo siguiente en su carta al papa Paulo III:
"Pero vuestra Santidad quizás no se asombrará tanto porque me atreva a publicar el fruto de mis vigilias (), sino que, lo que más ansiosamente querrá escuchar de m ser de que modo me vino a la mente, contra la opinión admitida de los matemticos, y contra el sentido común, la atrevida idea de atribuirle cierto movimiento a la Tierra. Es as que no quiero ocultarle a Vuestra Santidad que, para deducir otro modo de considerar los movimientos de las esferas del mundo, no me impulso el hecho de haber comprendido que los matemáticos no eran consecuentes al investigarlos. Pues, en primer lugar, desconocen tanto el movimiento del Sol y de La Luna, que no pueden demostrar ni observar la grandeza perenne del año en curso. Adems, al determinar los movimientos de ambos astros, así como el de las otras estrellas errantes , ellos no utilizan los mismos principios, no parten de los mismos supuestos ni emplean las mismas demostraciones de las revoluciones y movimientos aparentes." |