[MN] De Sandelis

  • From: Miguel Sandelis <sandelis88@xxxxxxxxx>
  • To: malnombre <malnombre@xxxxxxxxxxxxx>
  • Date: Sat, 15 Jun 2013 09:59:59 -0500

Aunque este correo tiene una página y media, les pido a los malnombristas
leerlo, por las experiencias que podemos sacar. Pero antes lean el de
Frank.



Frank:



De tu correo se mezclan dos conclusiones. La primera es que tienes muy
buena memoria, y la segunda, que aquello te marcó bastante como para
recordarlo con tantos detalles. Como este correo le llegó al grupo, voy a
dar también mis impresiones a 18 años de aquello, porque se mezclan los
principios con la ética y hasta con la unidad.



El presidente de las BTJ provincial en aquel momento era yo, y como tal,
fui el principal organizador del viaje, porque las BTJ atendían por la UJC
al Polo Científico y habíamos creado un Consejo de Secretarios Generales de
la UJC de los centros del Polo. Era el primer viaje que organizaba al
Hombrito después que un año antes Mal Nombre pusiera allí el busto del Che.
Frank en aquel entonces era miembro del Comité de la UJC del CNIC.



Como antecedente les diré que en los juegos deportivos de los que habla
Frank, que organicé con los secretarios de la UJC de los centros del Polo,
él tuvo un papel relevante, pues entre él y yo nos repartimos cada evento
para su organización, incluyendo ser árbitros. Y en esos juegos
participaron 11 centros en 17 deportes, toda una olimpíada. Hubo un juego
en el que Frank, como árbitro, se vio en el medio de una discusión fuerte
entre dos tipos que le excedían un montón en tamaño y en músculos. Pero
Frank ahí, manteniendo su posición imparcial.



Doy este antecedente de los juegos, porque eso seguramente le hizo más
dolorosa a Frank la no participación en la guerrilla del Hombrito-Turquino,
pues estaba muy implicado en las cosas que estábamos haciendo con los
jóvenes del Polo Científico. Otra cosa importante que organizamos, que
demostró la integración que íbamos logrando, fue un seminario de tres días
con dirigentes del país. El seminario se dio en el CIGB, pero el almuerzo
lo repartimos entre varios centros, lo cuales ponían las guaguas, es decir,
un engranaje que involucraba a todos. Todo aquello que hacíamos contribuía,
entre otras cosas, a romper barreras de comunicación entre los centros, es
decir, a lograr la unidad o integración, que muchas veces se dañaba
absurdamente por diferencias de personalidades.



La gestión de las supuestas tres guaguas la hicimos un día en el CIGB. En
esa ocasión, entre el secretario del CNIC, el del CIGB y yo, pescamos a
Chomy en el lobby del CIGB. Le echamos el disparo del transporte y él
accedió, lo que no recuerdo es que hayamos hablado de tres guaguas. Es más,
dudo que yo me haya prestado para decirle tres guaguas, porque sería una
locura en medio del Período Especial.



Desde un inicio, el CNIC se apartó de la idea. La explicación que recibí
fue que ellos estaban gestionando una guagua por su cuenta, para llevar más
gente en el marco del aniversario del centro. Aquello no me gustó, porque
atentaba contra los esfuerzos que hacíamos por la unidad, sobre todo entre
el CIGB y el CNIC, que junto con el Finlay, eran los centros más grandes en
ese momento y los que más diferencias tenían.



Al final de la historia, la guagua del CNIC se cayó y la del Polo sí la
conseguimos. Tras varias gestiones en función de buscar la guagua, recuerdo
una llamada de Chomy como a las doce de la noche a mi casa para
confirmármela. Evidentemente, esa parte de la historia no la supo Frank.



A pesar de la distancia en el tiempo, me arriesgo a afirmar que los
principios de Frank fueron manipulados. También fueron manipulados en otra
ocasión, junto con los de casi todos los miembros del Comité de la UJC del
CNIC, cuando tuvimos que dividirlo porque el CQF se desgajaba del CNIC y se
convertía en un centro independiente. En esa otra ocasión fueron
manipulados bajo la bandera de defender una falsa unidad.



Quiero hacer una aclaración final. Eduardo y Carlos Sierra no se
indisciplinaron. Ellos no le veían sentido a lo que estaba ocurriendo y
mantuvieron su interés en ir al viaje, pero siempre alertándome de que no
querían irse sin la aprobación del CNIC. Por tal razón, un día llamé al
Secretario General del CNIC, le hablé del interés de ellos dos en ir y el
mío en que ellos fueron, para al menos tener una representatividad del
CNIC. A regañadientes, lo aceptó, creo que porque no tenía razones
contundentes para negarse o para entrar en un debate conmigo sobre lo que
estaba ocurriendo.



Un saldo final. Nada hay más sagrado que la unidad frente a fuerzas
grandes, ni nada más difícil de conseguir.



Saludos,



Sandelis

Other related posts: