[greenstone_es] Re: [greenstone_es] Re: [greenstone_es] Re: [greenstone_es] formato para colección de publicaciones periódicas

  • From: Diego Spano <diegospano@xxxxxxxxx>
  • To: Lista (en español) Greenstone <greenstone_es@xxxxxxxxxxxxx>
  • Date: Wed, 13 Nov 2013 13:22:28 -0200

Te los envio. Creo que son estos.




*Diego Spano* *Director de Proyectos, Prodigio Consultores*
Tel: (54 11) 5093-5313 - Argentina

dspano@xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx<http://s.wisestamp.com/links?url=mailto%3Adspano%40prodigioconsultores.com&sn=ZGllZ29zcGFub0BnbWFpbC5jb20%3D>
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Contact me: [image: Google Talk] diegospano [image: Skype] diegospano

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2013/11/13 ERNESTO JESUS ALVAREZ AGUIRRE <ernesto.alvarez@xxxxxxx>

> Gracias diego, excelente y didáctico documento, hacen mención a una
> plantilla, "plantilladetiquetado.txt" y "codigofuentecapítulos12y3.txt",
> pero no funciona el enlace, dónde los puedo conseguir?
>
> Atte.,
>
>
>
>
> El 12 de noviembre de 2013 16:25, Diego Spano <diegospano@xxxxxxxxx>escribió:
>
> Hola Ernesto, dale un vistazo a este documento:
>>
>>
>> http://greenstone-la.org/recursos-sobre-greenstone/80-creacion-de-una-coleccion-greenstone-segun-el-diseno-de-la-demo-biblioteca-desarrollo-sostenible
>>
>> Saludos
>>
>>
>> *Diego Spano* *Director de Proyectos, Prodigio Consultores*
>> Tel: (54 11) 5093-5313 - Argentina
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>> dspano@xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx<http://s.wisestamp.com/links?url=mailto%3Adspano%40prodigioconsultores.com&sn=ZGllZ29zcGFub0BnbWFpbC5jb20%3D>
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>> Contact me: [image: Google Talk] diegospano [image: Skype] diegospano
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>>
>>
>>
>> 2013/11/11 ERNESTO JESUS ALVAREZ AGUIRRE <ernesto.alvarez@xxxxxxx>
>>
>>> Estimados Colegas:
>>>
>>>      Estoy tratando de crear una colección de publicaciones periódicas,
>>> pero ni idea de como comenzar, estuve revizando el formato de la colección
>>> de muestra y es atractivo, sin embargo no se como se logras, sé que que
>>> dentro de la carpeta de un documento, se encuentra un archivo htm, en dónde
>>> está contenido el documento completo y un jpg de la tapa y varios png con
>>> las imágenes del documento. La duda es, me podría servir este formato para
>>> publicaciones seriadas ?, de que forma se crea el contenido del documento,
>>> esto es prefacio, introducción, capítulos, etc. y subcapítulos ?
>>>
>>>      Atento a sus comentarios, les saluda y agradece,
>>>
>>>
>>> --
>>>
>>>
>>>
>>>
>>> *Ernesto Alvarez AguirreAdministración de SistemaY Desarrollo de
>>> Biblioteca Digital Biblioteca Central UMCE Fono: 02-2412471*
>>>
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>
> *Ernesto Alvarez AguirreAdministración de SistemaY Desarrollo de
> Biblioteca DigitalBiblioteca Central UMCEFono: 02-2412471*
>
<HTML>
<HEAD>
<TITLE>&lt;&lt;TOC1&gt;&gt; Cómo escribir y publicar artículos 
científicos</TITLE>
</HEAD>
<BODY>
<B><FONT SIZE=2><P></P>

<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Cómo escribir y publicar artículos 
científicos</Metadata>
  </Description>
-->
<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 1</Metadata>
  </Description>
-->
          <P align=justify>¿QUE ES LA REDACCION CIENTIFICA?</P>
          <HR>

          <BLOCKQUOTE>
            <BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
              <P align=justify><SMALL><EM><STRONG>Exponga sus hechos tan 
              sencillamente como pueda, incluso audazmente. Nadie espera flores 
              de elocuencia ni ornamentos literarios en un artículo de 
              investigación.</STRONG></EM></SMALL></P>
              <P align=right><EM><STRONG>R.B. 
McKERROW</STRONG></EM></P></FONT></BLOCKQUOTE></BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Necesidad de la claridad</P></Metadata>
 </Description>
-->
          <P align=justify>La característica fundamental de la redacción 
          científica es la claridad. El éxito de la experimentación científica 
          es el resultado de una mente clara que aborda un problema claramente 
          formulado y llega a unas conclusiones claramente enunciadas. 
          Idealmente, la claridad debería caracterizar todo tipo de 
          comunicaciones; sin embargo, cuando se dice algo por primera vez, la 
          claridad es esencial. la mayoría de los artículos científicos 
          publicados en nuestras revistas de investigación primarias se aceptan 
          para su publicación precisamente porque aportan realmente 
          conocimientos científicos nuevos. Por ello, debemos exigir una 
          claridad absoluta en la redacción científica. </P>
          <P align=justify><STRONG>Percepción de las señales.</STRONG></P>
          <P align=justify>Sin duda, la mayoría de las personas habrá oído esta 
          pregunta: si un árbol cae en un bosque y no hay nadie que lo oiga 
          caer, ¿hace ruido? La respuesta correcta es "no". El sonido es algo 
          más que "ondas de presión" y, en realidad, no puede haber sonido sin 
          un oyente.</P>
          <P align=justify>De igual modo, la comunicación científica es un 
          proceso en dos sentidos. Lo mismo que una señal de cualquier clase 
          resulta inútil mientras no se perciba, un artículo científico 
          publicado (señal) resulta inútil si no es recibido y entendido por el 
          público a que se destina. Por ello, podemos reformular el axioma de 
la 
          ciencia: un experimento científico no está completo hasta que sus 
          resultados se han publicado y entendido. La publicación no será más 
          que "ondas de presión" si el documento publicado no se comprende. Hay 
          demasiados artículos científicos que caen en el silencio de los 
          bosques.</P>
<!--
</Section>     
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Comprensión de las señales</Metadata>
</Description>
-->
          <P align=justify>La redacción científica es la transmisión de una 
          señal clara al receptor. Las palabras de esa señal deben ser tan 
          claras, sencillas y ordenadas como sea posible. La redacción 
          científica no tiene necesidad de adornos ni cabida para ellos. Es muy 
          probable que los adornos literarios floridos, las metáforas, los 
          símiles y las expresiones idiomáticas induzcan a confusión, por lo 
que 
          rara vez deben utilizarse al redactar artículos de investigación.</P>
          <P align=justify>Sencillamente, la ciencia es demasiado importante 
          para ser comunicada de otra forma que no sea con palabras de 
          significado indudable. Y ese significado indudable y claro debe serlo 
          no solo para los colegas del autor, sino también para los estudiantes 
          que acaban de iniciar su carrera, para los científicos de otras 
          disciplinas y, especialmente, para los lectores cuya lengua nativa no 
          es la misma del autor. [Esto último es particularmente aplicable al 
          idioma inglés].</P>
          <P align=justify>Muchas formas de escritura se destinan al 
          entretenimiento. La redacción científica tiene una finalidad 
distinta: 
          comunicar nuevos descubrimientos científicos. Por esta razón, debe 
ser 
          tan clara y sencilla como sea posible. </P>
<!--  
</Section>       
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">El lenguaje de los artículos científicos</Metadata>
  </Description>
-->
          <P align=justify>Además de la organización, el segundo ingrediente 
          principal de un artículo científico debe ser un lenguaje apropiado. 
En 
          este libro, subrayo continuamente el uso correcto del lenguaje (1), 
          pues creo que todos los científicos deben aprender a usarlo con 
          precisión. En la actualidad existe un libro (Day, 1982) dedicado 
          enteramente al inglés para científicos. (N. del E.)</P>
          <P align=justify>(1) (N. del E.: Cómo es lógico, en el original el 
          autor se refiere específicamente al idioma inglés, "...porque la 
          mayoría de los científicos tienen dificultades en este campo. Tenemos 
          que reconocer que 'el inglés se ha convertido casi en el lenguaje 
          universal de la ciencia' (E. Garfield, The Scientist, 7 de septiembre 
          de 1987, p.9)"</P>
          <P align=justify>Si el conocimiento científico es, por lo menos, tan 
          importante como cualquier otro, debe comunicarse eficazmente, con 
          claridad y con palabras de significado indudable. Por ello, el 
          científico, para tener éxito en sus esfuerzos, debe ser culto. David 
B 
          Truman, cuando era Decano del Colegio Universitario de Columbia, lo 
          dijo muy bien: "En las complejidades de la existencia contemporánea, 
          el especialista que está capacitado pero no educado, y que está 
          técnicamente calificado pero es culturalmente incompetente, 
constituye 
          una amenaza". </P>
          <P align=justify>Aunque el resultado final de la investigación 
          científica tiene que ser la publicación, siempre me ha asombrado que 
          haya tantos científicos que descuidan las responsabilidades que esa 
          publicación entraña. Un científico puede invertir meses o años de 
duro 
          trabajo para obtener datos, y luego, despreocupadamente, dejar que 
una 
          gran parte del valor de esos datos se pierda por falta de interés en 
          el proceso de comunicación. El mismo científico que superará 
          obstáculos formidables para realizar mediciones hasta de cuatro 
cifras 
          decimales, permanecerá impasible mientras su secretaria cambia con 
          despreocupación los microgramos por mililitro en miligramos por 
          mililitro y el tipógrafo los transforma de cuando en cuando en libras 
          por tonel.</P>
          <P align=justify>El lenguaje no tiene que ser difícil. En la 
redacción 
          científica decimos: "El mejor lenguaje es el que transmite el sentido 
          con el menor número posible de palabras" (aforismo que apareció 
          durante algunos años en las "Instrucciones a los autores" de la 
          Journal of Bacteriology). Los juegos literarios, las metáforas y todo 
          eso hacen que la atención se desvíe de la sustancia al estilo. Deben 
          usarse rara vez, si acaso se usan, en la redacción 
          científica.
<!--
</Section>
</Section>
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 2</Metadata>
  </Description>
-->
<P ALIGN="JUSTIFY">&nbsp;</P>
<B><P></P>
   <P align=justify>LOS ORIGENES DE LA REDACCION 
          CIENTIFICA.</P>
          <HR>
          <BLOCKQUOTE>
            <BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
              <P align=justify><SMALL>&nbsp;<EM><STRONG>Porque lo que la alta 
              ciencia se esmera en suprimir es lo que el arte elevado se afana 
              en provocar: el misterio, letal para aquella y vital para 
              este.</STRONG></EM></SMALL></P>
              <P align=right><EM><STRONG>JOHN FOWLES 
            </STRONG></EM></P></FONT></BLOCKQUOTE></BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>

<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Historia antigua</Metadata>
</Description>
-->
          <P align=justify>Los seres humanos han sido capaces de comunicarse 
          desde hace milenios. Sin embargo, la comunicación científica, tal 
como 
          hoy la conocemos, es relativamente nueva. Las primeras revistas 
          científicas se publicaron hace solo 300 años, y la organización del 
          artículo científico llamada IMRYD (Introducción, Métodos, Resultados 
y 
          Discusión) se ha creado en los últimos 100 años.</P>
          <P align=justify>Los conocimientos, científicos o de otra clase, no 
          pudieron transmitirse eficazmente hasta que se dispuso de mecanismos 
          apropiados de comunicación. Los hombres prehistóricos, desde luego, 
          podían comunicarse en forma oral; pero cada generación comenzaba 
          esencialmente en el mismo punto de partida porque, sin documentos 
          escritos a los que acudir, los conocimientos se perdían tan 
          rápidamente como se adquirían.</P>
          <P align=justify>Las pinturas rupestres y las inscripciones grabadas 
          en las rocas figuran entre los primeros intentos humanos de dejar 
          registros para generaciones posteriores. En cierto sentido, hoy 
          tenemos la suerte de que nuestros primeros antepasados eligieran esos 
          medios, porque algunos de esos "mensajes" primitivos han sobrevivido, 
          mientras que los contenidos en materiales menos duraderos hubieran 
          perecido. (Tal vez hayan perecido muchos). Por otra parte, las 
          comunicaciones por ese medio eran increíblemente difíciles. Hay que 
          pensar, por ejemplo en los problemas de reparto que hoy tendría el 
          servicio postal de los Estados Unidos si la correspondencia fuera, 
por 
          término medio, de rocas de 50 kilos. Ya tiene suficientes problemas 
          con las cartas de 20 gramos.</P>
          <P align=justify>El primer libro que conocemos es un relato caldeo 
del 
          Diluvio. La historia estaba inscrita en una tablilla de arcilla de 
          alrededor del año 4000 antes de J.C, anterior al Génesis en unos 2000 
          años (Tuchman, 1980).</P>
          <P align=justify>Hacía falta un medio de comunicación que pesara poco 
          y fuera portátil. El primer medio que tuvo éxito fue el papiro (hojas 
          hechas de la planta del papiro, encoladas, para formar un rollo de 
          hasta 60 a 120 cm, sujeto a un cilindro de madera), que comenzó a 
          utilizarse alrededor del 200 antes de J.C. En el año 190 antes de 
J.C. 
          se empezó a usar el pergamino (hecho de pieles de animales). Los 
          griegos reunieron grandes bibliotecas en Efeso y Pérgamo (hoy 
Turquía) 
          y también en Alejandría. Según Plutarco, la biblioteca de Pérgamo 
          contenía 200 000 volúmenes en el 40 antes de J.C (Tuchman, 1980).</P>
          <P align=justify>En el año 105, de nuestra era, los chinos inventaron 
          el papel, el medio moderno de comunicación. Sin embargo, como no 
había 
          una forma eficaz de reproducir las comunicaciones, los conocimientos 
          eruditos no podían difundirse ampliamente.</P>
          <P align=justify>Tal vez el mayor invento de la historia intelectual 
          de la humanidad ha sido la imprenta. Aunque los tipos movibles se 
          inventaron en China alrededor del 1100 (Tuchman, 1980), el mundo 
          occidental atribuye ese invento a Gutenberg, que en el año 1455 
          imprimió su Biblia de 42 renglones en una imprenta de tipos movibles. 
          El invento de Gutenberg se puso en práctica en toda Europa de forma 
          eficaz e inmediata. En el año 1500 se imprimían ya miles de 
ejemplares 
          de centenares de libros (los llamados incunables).</P>
          <P align=justify>Las primeras revistas científicas aparecieron en 
          1665, cuando, casualmente, empezaron a publicarse dos revistas 
          diferentes: la "Journal des Scavans" en Francia y las "Philosophical 
          Transactions of the Royal Society of London" en Inglaterra; desde 
          entonces, las revistas han servido de medio principal de comunicación 
          en las ciencias. En la actualidad se publican unas 70 000 revistas 
          científicas y técnicas en todo el mundo (King y otros, 1981).</P>
<!--
</Section>

<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">La historia del IMRYD</Metadata>
  </Description>
-->
          <P align=justify>Las primeras revistas publicaban artículos que 
          llamamos "descriptivos". De forma típica, un científico informaba: 
          "primero vi esto y luego vi aquello". o bien :" primero hice esto y 
          luego hice aquello". A menudo, las observaciones guardaban un simple 
          orden cronológico.</P>
          <P align=justify>Este estilo descriptivo resultaba apropiado para la 
          clase de ciencia sobre la que se escribía. De hecho, ese estilo 
          directo de informar se emplea aún hoy en las revistas a base de 
          "cartas", en los informes médicos sobre casos, en los levantamientos 
          geológicos, etc.</P>
          <P align=justify>Hacia la segunda mitad del siglo XIX, la ciencia 
          empezaba a moverse de prisa y de formas cada vez más complicadas. 
          Especialmente gracias a la labor de Louis Pasteur que confirmó la 
          teoría microbiana de las enfermedades y elaboró métodos de cultivos 
          puros para estudiar microorganismos, tanto la ciencia como la 
          información sobre la ciencia hicieron grandes adelantos.</P>
          <P align=justify>En esa época, la metodología se hizo sumamente 
          importante. Para acallar a sus críticos, muchos de los cuales eran 
          fanáticos creyentes en la teoría de la generación espontánea, Pasteur 
          consideró importante describir sus experimentos con exquisito 
detalle. 
          Como los colegas razonablemente responsables de Pasteur pudieron 
          reproducir sus experimentos, el principio de la 'reproducibilidad de 
          los experimentos' se convirtió en dogma fundamental de la filosofía 
de 
          la ciencia, y una sección separada de métodos condujo al formato 
          IMRYD, sumamente estructurado.</P>
          <P align=justify>Como he estado en contacto con la microbiología 
          durante muchos años, es posible que exagere la importancia de esta 
          rama científica. No obstante, creo sinceramente que la conquista de 
          las enfermedades infecciosas ha sido el mayor avance en la historia 
de 
          la ciencia. Creo también que una breve recapitulación de esa historia 
          puede ayudar a entender mejor la ciencia y la comunicación de la 
          ciencia. Aun los que creen que la energía atómica o la biología 
          molecular, son el mayor "avance", apreciarán el paradigma de la 
          ciencia moderna que ofrece la historia de las enfermedades 
          infecciosas.</P>
          <P align=justify>Los trabajos de Pasteur fueron seguidos, en los 
          primeros años del presente siglo, por los de Paul Ehrlich y, en los 
          años treinta, por los de Gerhard Domagh (sulfonamidas). La segunda 
          guerra mundial impulsó el descubrimiento de la penicilina (descrita 
          por primera vez por Alexander Fleming en 1929). Se informó sobre la 
          estreptomicina en 1944 y, poco después de la segunda guerra mundial, 
          la busca alocada pero espléndida de "medicamentos milagrosos" produjo 
          las tetraciclinas y docenas de otros antibióticos eficaces. De esta 
          forma, dichos acontecimientos permitieron avasallar los azotes de la 
          tuberculosis, la septicemia, la difteria, la peste, la tifoidea, y 
          (mediante la vacuna) la viruela y la poliomielitis.</P>
          <P align=justify>Mientras esos milagros brotaban de nuestros 
          laboratorios de investigación médica después de la segunda guerra 
          mundial, era lógico que las inversiones de los Estados Unidos en 
          investigación aumentasen grandemente. Este estímulo positivo para 
          apoyar la ciencia fue acompañado pronto (1957) de un factor negativo, 
          cuando los rusos pusieron en órbita el Sputnik I. En los años que 
          siguieron, ya fuera con la esperanza de conseguir más "milagros" o 
por 
          temor a los rusos, el Gobierno federal siguió destinando miles de 
          millones de dólares a la investigación científica en los Estados 
          Unidos. </P>
          <P align=justify>El dinero produjo ciencia. Y la ciencia produjo 
          artículos. Montañas de ellos. El resultado fue una enorme presión 
          sobre las revistas existentes ( y sobre muchas nuevas). Los 
directores 
          de revistas científicas, aunque solo fuera en legítima defensa, 
          comenzaron a exigir que los manuscritos estuvieran sucintamente 
          escritos y bien estructurados. El espacio de las revistas se hizo 
          demasiado precioso para desperdiciarlo en verbosidades o 
redundancias. 
          El formato IMRYD, que había estado haciendo lentos progresos desde 
          finales del siglo XIX, se hizo de utilización casi universal en las 
          revistas de investigación. Algunos directores lo adoptaron porque se 
          convencieron de que era la forma más sencilla y lógica de comunicar 
          los resultados de la investigación. Otros, no convencidos quizá por 
          esta lógica simplista, se uncieron sin embargo al carro de los 
          vencedores porque la rigidez de dicha estructura ahorraba realmente 
          espacio (y gastos) a las revistas y facilitaba las cosas a los 
          directores y árbitros (llamados también revisores), al "hacer un 
          índice" de las principales partes del manuscrito.</P>
          <P align=justify>La lógica del IMRYD puede definirse mediante una 
          serie de preguntas: ¿Qué cuestión (problema) se estudió? La respuesta 
          es la Introducción. ¿Cómo se estudió el problema? La respuesta son 
los 
          Métodos. ¿Cuáles fueron los resultados o hallazgos? La respuesta son 
          los Resultados. ¿Qué significan esos resultados? La respuesta es la 
          Discusión. </P>
          <P align=justify>Ahora nos parece evidente que la lógica sencilla del 
          IMRYD ayuda realmente al autor a organizar y escribir su texto, y que 
          ofrece una especie de mapa de carreteras claro para guiar a los 
          directores, árbitros y, finalmente, lectores en la lectura del 
          artículo.
<!--
</Section>
</Section>
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 3</Metadata>
  </Description>
-->
</B><P ALIGN="JUSTIFY"></P>
<P ALIGN="JUSTIFY">&nbsp;</P>
<B><P></P>
          <P align=justify>¿QUE ES UN ARTICULO 
          CIENTIFICO?</P>
          <HR>

          <BLOCKQUOTE>
            <BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
              <P align=justify><SMALL><EM><STRONG>Sin la publicación, la 
ciencia 
              está muerta.</STRONG></EM></SMALL></P>
              <P align=right><EM><STRONG>Gerard 
            Piel</STRONG></EM></P>

</FONT></BLOCKQUOTE></BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Definición del artículo científico</Metadata>
  </Description>
-->
          <P align=justify>Un artículo científico es un informe escrito y 
          publicado que describe resultados originales de investigación. Esta 
          breve definición debe matizarse, sin embargo, diciendo que un 
artículo 
          científico debe ser escrito y publicado de cierta forma, definida por 
          tres siglos de tradiciones cambiantes, práctica editorial, ética 
          científica e influencia recíproca de los procedimientos de impresión 
y 
          publicación.</P>
          <P align=justify>Para definir adecuadamente el "artículo científico", 
          hay que definir el mecanismo que le da origen, o sea la publicación 
          válida. Se publican resúmenes, tesis, comunicaciones a congresos y 
          muchos otros tipos de escritos científicos, pero esos documentos no 
          pasan normalmente la prueba de la publicación válida. Además, aunque 
          un trabajo científico satisfaga todos los demás requisitos (que más 
          adelante se examinarán), no se habrá publicado válidamente si se da a 
          conocer por un medio inapropiado. Es decir, un informe de 
          investigación relativamente deficiente, pero que reúna todos los 
          requisitos, se habrá publicado válidamente si es aceptado y publicado 
          por un medio adecuado (normalmente, una revista científica primaria); 
          en cambio, un informe de investigación magníficamente preparado no se 
          habrá publicado de manera válida si aparece en un medio inadecuado. 
La 
          mayoría de los informes oficiales y de los documentos de 
conferencias, 
          así como los boletines de instituciones y otras publicaciones 
          efímeras, no pueden considerarse como publicaciones primarias. </P>
          <P align=justify>Muchos han discutido la definición de publicación 
          primaria (publicación válida), de la que se deriva la definición de 
un 
          artículo científico. El Council of Biology Editors (CBE), 
organización 
          profesional de prestigio (al menos en biología) que se ocupa de estas 
          cuestiones, llegó a la siguiente definición (Council of Biology 
          Editors, 1968):</P>
          <P align=justify>Una publicación científica primaria aceptable debe 
          ser la primera divulgación y contener información suficiente para que 
          los colegas del autor puedan: 1) evaluar las observaciones, 2) 
repetir 
          los experimentos, y 3) evaluar los procesos intelectuales; además, 
          debe ser susceptible de percepción sensorial, esencialmente 
          permanente, estar a la disposición de la comunidad científica sin 
          restricciones, y estar disponible, también para su examen periódico 
          por uno o más de los principales servicios secundarios reconocidos) 
          por ejemplo, en la actualidad, Biological Abstracts, Index Medicus, 
          Excerpta Medica, Bibliography of Agriculture, etc, en los Estados 
          Unidos, y servicios análogos en otros países).</P>
          <P align=justify>En una primera lectura, la definición puede parecer 
          excesivamente compleja o, por lo menos, verbosa. Sin embargo, los que 
          participamos en su elaboración sopesamos cuidadosamente cada palabra, 
          y dudamos de que pueda ofrecerse una definición aceptable en muchas 
          menos palabras. Como es importante que estudiantes, autores, 
          directores y todas las demás personas interesadas comprendan qué es y 
          qué no es un artículo científico, puede resultar útil examinar esta 
          definición para ver lo que realmente significa.</P>
          <P align=justify>"Una publicación científica primaria aceptable" debe 
          ser "la primera divulgación". Indudablemente, la primera revelación 
de 
          nuevos datos de investigación se realiza a menudo por medio de una 
          presentación verbal en alguna reunión científica. Pero lo importante 
          de la declaración de CBE es que esa divulgación es algo más que una 
          regurgitación del autor; una primera divulgación eficaz solo se logra 
          cuando la divulgación adopta una forma que permite a los colegas del 
          autor ( en el presente o en un momento futuro) comprender plenamente 
y 
          utilizar lo que se divulga.</P>
          <P align=justify>Por ello, debe presentarse información suficiente a 
          fin de que los posibles usuarios de los datos puedan a) evaluar las 
          observaciones, b) repetir los experimentos, y c) evaluar los procesos 
          intelectuales (¿ justifican los datos las conclusiones del autor?). 
          Luego, la divulgación debe ser "susceptible de percepción sensorial". 
          Esto puede parecer una frase torpe, porque de ordinario significa 
          simplemente la publicación; sin embargo, la definición prevé la 
          revelación no solo por medio de materiales visuales (revistas 
          impresas, microfilmes, microfichas) sino también, quizá, mediante 
          formas no impresas ni visuales. Por ejemplo, si la "publicación" en 
          forma de audiocasetes satisficiera los demás requisitos contenidos en 
          la definición, se consideraría válida. En el futuro, es muy posible 
          que la primera divulgación sea la entrada en una base de datos 
          computadorizada.</P>
          <P align=justify>Y, por supuesto, las nuevas "revistas electrónicas" 
          (como The Online Journal of Current Clinical Trials, que comenzó a 
          "publicarse" en 1992) reúnen las condiciones que definen una 
          publicación válida. Con independencia de la forma que adopte la 
          publicación, esa forma debe ser esencialmente permanente, estar a la 
          disposición de la comunidad científica sin restricciones y ser 
          asequible a los servicios de recuperación y diseminación de 
          información (Biological Abstracts, Chemical Abstracts, Index Medicus, 
          Science Citation Index, etc.). Por ello, publicaciones como los 
          boletines de noticias, los órganos informativos de sociedades y las 
          revistas de circulación limitada, muchas de las cuales son útiles por 
          las noticias que contienen o por otras características, no pueden 
          servir como depósitos de los conocimientos científicos.</P>
          <P align=justify>Para reformular la definición en términos más 
          simples, aunque no más exactos, una publicación primaria es a) la 
          primera publicación de los resultados de una investigación original, 
          b) en una forma tal que los colegas del autor puedan repetir los 
          experimentos y verificar las conclusiones, y c) en una revista u otra 
          fuente documental fácilmente asequible dentro de la comunidad 
          científica. Sin embargo, para comprender esta definición hay que 
          añadir una importante advertencia. Se admite que la parte de la 
          definición que se refiere a los "colegas del autor" alude al 
arbitraje 
          antes de la publicación. Así pues, los artículos científicos aparecen 
          en publicaciones que utilizan el arbitraje.</P>
          <P align=justify>He insistido en dejar muy clara esta definición por 
          dos razones. En primer lugar, durante mucho tiempo toda la comunidad 
          científica ha lidiado con un sistema ineficiente y costoso de 
          comunicación científica, precisamente porque sus componentes 
(autores, 
          directores, editores) no han sabido o no han querido definir la 
          publicación primaria. Como consecuencia, una gran parte de lo que se 
          escribe queda sepultado en resúmenes de reuniones, oscuras 
          comunicaciones a conferencias, documentos oficiales y libros o 
          revistas de circulación muy limitada. Otros trabajos, en la misma 
          forma o en forma ligeramente alterada, se publican más de una vez; a 
          veces, ello se debe a la falta de definición de qué informes de 
          conferencias, libros o recopilaciones son (o debieran ser) 
          publicaciones primarias y cuáles no. La consecuencia es que se 
          producen redundancias y confusiones. En segundo lugar, un artículo 
          científico es, por definición, un tipo especial de documento que 
          contiene ciertas clases determinadas de información, en un orden 
          establecido (IMRYD). Si el estudiante graduado o el científico en 
          ciernes (e incluso algunos de los científicos que ya han publicado 
          mucho) pueden comprender plenamente el sentido de esa definición, la 
          tarea de escribir debe resultarle mucho más fácil. La confusión es 
          consecuencia de una tarea amorfa. La tarea fácil es aquella en que se 
          sabe exactamente qué hay que hacer y en qué orden se ha de proceder. 
 <!--
  </Section>
 <Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">La organización del artículo científico</Metadata>
  </Description>
-->
          <P align=justify>Un artículo científico es un escrito organizado para 
          satisfacer los requisitos exigidos de la publicación válida. Es, o 
          debería ser, sumamente estilizado, con unas partes componentes 
          destacadas y claramente distintas. En las ciencias básicas, la forma 
          más corriente de designar esas partes componentes: Introducción, 
          Métodos, Resultados y Discusión (de ahí la sigla IMRYD). En realidad, 
          quizá sea más corriente el epígrafe "Materiales y métodos" que el más 
          sencillo de "Métodos", pero es este último el que se recogió en la 
          sigla.</P>
          <P align=justify>He enseñado y recomendado el método IMRYD durante 
          muchos años. Hasta hace poco, sin embargo, había varios sistemas de 
          organización algo diferentes, que algunas revistas y algunos 
          directores preferían. La tendencia hacia la uniformidad ha aumentado 
          desde que el American National Standards Institute estableció como 
          norma el sistema IMRYD, por primera vez en 1972 y nuevamente en 1979 
          (American National Standards Institute, 1979). "Cell" y otras 
revistas 
          han introducido recientemente una variación en el IMRYD. En ella los 
          métodos figuran en último lugar y no en el segundo. Tal vez debería 
          llamarse a este sistema IRDYM.</P>
          <P align=justify>El orden básico IMRYD es tan eminentemente lógico 
          que, cada vez más, se está utilizando para muchas otras clases de 
          textos de carácter expositivo. Tanto si se escribe un artículo sobre 
          química, arqueología, economía o la delincuencia callejera, la 
fórmula 
          IMRYD suele ser la mejor elección posible.</P>
          <P align=justify>Esto se aplica, en general a los informes de 
estudios 
          de laboratorio. Naturalmente, hay excepciones. Por ejemplo, los 
          informes sobre estudios de campo de las ciencias de la tierra y los 
          informes de casos clínicos no se prestan fácilmente a esta clase de 
          estructuración. Sin embargo, incluso en esos trabajos "descriptivos", 
          a menudo resulta apropiada esa misma progresión lógica del problema a 
          la solución.</P>
          <P align=justify>En ocasiones, la organización, incluso de trabajos 
de 
          laboratorio, debe ser diferente. Si se utilizaron varios métodos para 
          obtener resultados directamente relacionados entre sí, podría ser 
          conveniente combinar los Materiales y métodos y los Resultados en una 
          "Sección experimental" integrada. Raras veces, los resultados podrían 
          ser tan complejos o presentar tales contrastes que su discusión 
          inmediata parezca necesaria, y en ese caso podría ser más conveniente 
          una sección combinada de Resultados y discusión. Además, muchas 
          revistas primarias publican "Notas" o "Comunicaciones breves" en las 
          que se abrevia la estructura IMRYD.</P>
          <P align=justify>En los campos descriptivos de la ciencia se utilizan 
          diversos tipos de organización. Para determinar cómo organizar esos 
          artículos y los epígrafes generales que se utilizarán, habrá que 
          acudir a las "Instrucciones a los autores" de la revista de que se 
          trate. Si aún no se elige una revista, o sí esta p[publica tipos de 
          artículos muy diferentes, se puede obtener información general de los 
          libros de consulta apropiados. Por ejemplo, Huth (28) describe 
          detenidamente los principales tipos de escritos médicos, y Michaelson 
          (35) los múltiples tipos de artículos e informes de ingeniería.</P>
          <P align=justify>En pocas palabras, considero que la preparación de 
un 
          artículo científico tiene menos que ver con el talento literario que 
          con la organización. Un artículo científico no es una obra literaria 
          Quien prepara un artículo científico no es realmente un autor en el 
          sentido literario.</P>
          <P align=justify>Algunos de mis colegas de ideas anticuadas creen que 
          los artículos científicos deberían ser literatura, que el estilo y la 
          elegancia del autor deben mostrarse claramente, y que las variaciones 
          de estilo fomentan el interés del lector. No estoy de acuerdo. Creo 
          que los científicos deben interesarse, sin duda, por leer literatura, 
          e incluso, quizá, por escribirla, pero que la comunicación de los 
          resultados de una investigación es un procedimiento más prosaico. 
Como 
          dijo Booth (13): "La grandilocuencia no tiene cabida en la redacción 
          científica".</P>
          <P align=justify>Hoy en día, el científico medio, para mantener sus 
          conocimientos actualizados en una materia, tiene que examinar los 
          datos contenidos en un número muy elevado de artículos. Por 
          consiguiente, los científicos, y naturalmente, los directores, deben 
          exigir un sistema de comunicación de datos que sea uniforme, conciso 
y 
          fácilmente comprensible.</P>
<!--
 </Section>
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Otras definiciones</Metadata>
  </Description>
-->
          <P align=justify>Si "artículo científico" es la expresión que designa 
          un informe original de investigación, ¿cómo puede distinguirse de los 
          informes de investigación que no son originales, o que no son 
          científicos o que por alguna razón no pueden considerarse como 
          artículos científicos? Corrientemente se usan varios términos 
          específicos: "artículos de revisión", "comunicaciones a conferencias" 
          y "resúmenes de reuniones".</P>
          <P align=justify>Un artículo de revisión puede ocuparse de casi 
          cualquier cosa; en su forma más típica, revisa los trabajos recientes 
          en un campo determinado o los trabajos de un autor o de un grupo. 
Así, 
          el artículo de revisión tiene por objeto resumir, analizar, evaluar o 
          sintetizar información ya publicada (informes de investigación en 
          revistas primarias). Aunque una gran parte o la totalidad del 
          contenido de un artículo de revisión hayan sido anteriormente 
          publicados, el riesgo de la publicación múltiple no se presenta 
          normalmente porque la naturaleza de revisión del trabajo suele ser 
          revidente (a menudo, por el título de la publicación, como 
          Microbiological Reviews, Annual Review of Biochemistry, etc.). No hay 
          que suponer, sin embargo, que dichas revisiones no contienen nada 
          nuevo. De los mejores artículos de revisión surgen nuevas síntesis, 
          nuevas ideas y teorías, e incluso nuevos paradigmas.</P>
          <P align=justify>Una comunicación a una conferencia es un trabajo 
          publicado en un libro o revista como parte de las actas de un 
          simposio, un congreso nacional o internacional, un taller, una mesa 
          redonda o algo análogo. Esas conferencias no están destinadas 
          normalmente a la presentación de datos originales, y las actas 
          resultantes (en forma de libro o de revista) no son una publicación 
          primaria. Las presentaciones hechas en conferencias son a menudo 
          artículos de revisión acerca del trabajo reciente de determinados 
          científicos o de laboratorios determinados. Una parte de los 
          materiales comunicados en algunas conferencias (especialmente las 
          interesantes) adopta la forma de informes preliminares, en los que se 
          exponen datos nuevos y originales, a menudo acompañados de 
          interesantes especulaciones. Sin embargo, por lo común, esos informes 
          preliminares no pueden considerarse artículos científicos, ni 
          pretenden serlo. Más tarde, con frecuencia mucho más tarde, esos 
          trabajos se publicarán válidamente en alguna revista primaria; para 
          entonces, todos los casos todos los cabos sueltos habrtán sido 
atados, 
          se habrán registrado todos los detalles esenciales de los 
experimentos 
          (de forma que cualquier investigador competente pueda repetirlos) y 
          lsa anteriores especulaciones habrán madurado, convirtiéndose en 
          conclusiones.</P>
          <P align=justify>Por consiguiente, la extensa bibliografía de 
          conferencias que se imprime no es normalmente 'primaria'. Si en esas 
          aportaciones se presentan datos originales, esos datos pueden y deben 
          publicarse (o publicarse de nuevo) en alguna revista de archivo 
          (primaria). De otro modo, es posible que la información se pierda 
          realmente. Si la publicación en una revista primaria sigue a la 
          publicación en una comunicación a un congreso, puede haber problemas 
          de derechos de autor y de autorización (véase el capítulo 26), pero 
          normalmente no se presenta el problema fundamental de la publicación 
          múltiple (publicación duplicada de datos originales ni tendría por 
qué 
          hacerlo. </P>
          <P align=justify>Los resúmenes de reuniones, como las actas de 
          conferencias, son de varios tipos. Conceptualmente, sin embargo, son 
          análogos a las comunicaciones a conferencias, en el sentido de que 
          pueden contener información original y a menudo lo hacen. No son 
          publicaciones primarias, ni la publicación de un resumen debe 
          considerarse como obstáculo para la publicación ulterior del informe 
          completo.</P>
          <P align=justify>Anteriormente había poca confusión con respecto a 
los 
          resúmenes típicos, de un párrafo de extensión, que se publicaban 
junto 
          con el programa de alguna reunión nacional o congreso internacional. 
          Normalmente se entendía que los trabajos presentados en esas 
reuniones 
          se presentarían luego para su publicación a revistas primarias. Más 
          recientemente, sin embargo, ha habido una tendencia notable a 
          presentar resúmenes extensos (o "sinopsis"). Como publicar 
          íntegramente todos los trabajos presentados en una reunión 
importante, 
          tal como un gran congreso internacional, resulta muy costoso, y como 
          una publicación así no sustituye a la publicación válida que ofrece 
          una revista primaria, la tendencia en favor de los resúmenes 
ampliados 
          es muy lógica. El resumen ampliado puede suministrar prácticamente 
          tanta información como el artículo íntegro; lo único que faltan son 
          los detalles sobre los experimentos. Sin embargo, precisamente porque 
          le faltan esos detalles experimentales, no puede considerarse como 
          artículo científico. </P>
          <P align=justify>Quienes participamos en la publicación de esos 
          materiales comprendemos la importancia de definir cuidadosamente los 
          diferentes tipos de escritos. Cada vez más, los editores, 
          organizadores de conferencias y científicos empiezan a estar de 
          acuerdo sobre esas definiciones básicas, y su aceptación general 
          aclarará mucho las funciones de la comunicación, tanto primaria como 
          secundaria, de información 
    científica.
<!--

<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 4</Metadata>
  </Description>
-->
          

<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">CÓMO PREPARAR EL TÍTULO</P></Metadata>
 </Description>
-->
          <HR>

          <BLOCKQUOTE>
            <BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
              <P align=justify><SMALL><EM><STRONG>Las primeras impresiones son 
impresiones fuertes; por ello, el título debería ser bien estudiado y dar, en 
la medida en que lo permitan sus límites, una indicación clara y concisa de lo 
que vendrá luego.

.</STRONG></EM></SMALL></P>
             <P align=right><EM><STRONG>T.CLIFFORD 
ALLBUTT</STRONG></EM></P></FONT></BLOCKQUOTE></BLOCKQUOTE><FONT face=Arial>
    
<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Importancia del título</P></Metadata>
 </Description>
-->
<P align=justify><STRONG>Importancia del título.</STRONG></P>
          <P align=justify>Al preparar el título de un artículo, su autor hará 
          bien en recordar un hecho importante: ese título será leído por miles 
          de personas. Es posible que solo pocas personas, si es que lo hace 
          alguna, lean el trabajo entero; pero muchas leerán el título, ya sea 
          en la revista original o bien en alguno de los servicios secundarios 
          (resúmenes e índices bibliográficos). Por consiguiente, deben 
elegirse 
          con gran cuidado todas las palabras del título, y se debe cuidar la 
          forma de asociarlas. Tal vez el error más corriente en los títulos 
          defectuosos y, sin duda, el más perjudicial desde el punto de vista 
de 
          la comprensión, sea una mala sintaxis (un orden equivocado de las 
          palabras).</P>
<!--
 </Section>

<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Extensión del título</P></Metadata>
 </Description>
-->          

          <P align=justify>A veces los títulos son demasiado cortos. A la 
          "Journal of Bacteriology" se presentó un trabajo con el título de 
          "Estudios sobre Brucella". Evidentemente, ese título no resultaba muy 
          útil para el posible lector. ¿Se trataba de un estudio taxonómico, 
          genético, bioquímico o médico? La verdad es que a uno le gustaría 
          saber eso al menos.</P>
          <P align=justify>Mucho más a menudo, los títulos son demasiado 
largos. 
          Irónicamente, estos son con frecuencia menos significativos que los 
          cortos. Hace una generación o cosa así, cuando la ciencia estaba 
menos 
          especializada, los títulos solían ser largos e inespecíficos como 
          "Sobre una adición al método de investigación microscópica mediante 
          una forma nueva de producir contrastes de color entre un objeto y su 
          entorno o entre partes concretas del objeto mismo" (R. Rheinberg, 
J.R. 
          Microsc. Soc. 1896:373). Sin duda alguna, parece un mal título; quizá 
          fuera un buen resumen.</P>
          <P align=justify>Sin lugar a dudas, la mayoría de los títulos 
          claramente largos contienen palabras "superfluas". A menudo, estas 
          aparecen al comienzo mismo del título, por ejemplo: "Estudios sobre", 
          "Investigaciones sobre" y "Observaciones acerca de". Aunque no 
          siempre, los artículos (determinados o indeterminados) pueden ser 
          también palabras "superfluas". Y, desde luego, no se utilizarán al 
          preparar los índices.</P>
<!--
</Section> 

<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Necesidad de títulos específicos</P></Metadata>
 </Description>
-->
          <P align=justify>Analicemos un título como muestra: "Acción de los 
          antibióticos sobre las bacterias". ¿Es un buen título? Desde el punto 
          de vista de la 'forma', lo es; es corto y no lleva exceso de equipaje 
          (palabras inútiles). Indudablemente, no mejoraría cambiándolo por 
          "Observaciones preliminares sobre el efecto de algunos antibióticos 
en 
          diversas especies de bacterias". Sin embargo (y esto me lleva al 
punto 
          siguiente), la mayoría de los títulos que son demasiado cortos lo son 
          porque contienen términos generales en lugar de términos 
          específicos.</P>
          <P align=justify>Podemos suponer sin riesgo que el estudio precedido 
          por el título mencionado no examinó el efecto de todos los 
          antibióticos en todas las clases de bacterias. Por consiguiente, ese 
          título, esencialmente, carece de sentido. Si solo se estudiaron uno o 
          varios antibióticos, deben enumerarse en el título. Si solo se ensayó 
          con uno o con varios organismos, estos deben también mencionarse en 
el 
          título. Si el número de antibióticos o de microorganismos resultaba 
          incómodamente elevado para su enumeración en el título, tal vez 
          hubiera podido utilizarse en cambio un nombre colectivo. Ejemplos de 
          títulos más aceptables son:</P>
          <P align=justify>"Acción de la estreptomicina sobre Mycobacterium 
          tuberculosis"</P>
          <P align=justify>"Acción de la estreptomicina, la neomicina y la 
          tetraciclina sobre las bacterias grampositivas"</P>
          <P align=justify>"Acción de los antibióticos poliénicos sobre las 
          bacterias fitopatógenas"</P>
          <P align=justify>"Acción de diversos antibióticos antifúngicos sobre 
          Candida albicans y Aspergillus fumigatus"</P>
          <P align=justify>Aunque estos títulos son más aceptables que el de la 
          muestra, no resultan especialmente satisfactorios porque siguen 
siendo 
          demasiado generales. Si pudiera definirse fácilmente la "acción", su 
          significado resultaría más claro. Por ejemplo, el primero de los 
          títulos mencionados podría formularse como "Inhibición del 
crecimiento 
          de Mycobacterium tuberculosis por la estreptomicina"</P>
          <P align=justify>Hace mucho tiempo, Leeuwenhoek utilizó la palabra 
          "animálculo", descriptiva, pero no muy específica. En los años 
          treinta, Howard Raistrick publicó una importante serie de artículos 
          con el título de "Estudios sobre las bacterias". Un documento análogo 
          tendría hoy un título mucho más específico. Si el estudio se 
refiriese 
          a un microorganismo, el título expresaría el género, la especie, y 
          posiblemente, hasta el número de la cepa. Si se refiriese a una 
enzima 
          de un microorganismo, el título no sería algo así como "Las enzimas 
en 
          las bacterias", sino como "La dihidrofolato reductasa en Bacillus 
          subtilis".</P>

<!--
</Section>     

<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Importancia de la sintaxis</P></Metadata>
 </Description>
-->

          <P align=justify>En los títulos hay que tener especial cuidado con la 
          sintaxis. La mayoría de los errores gramaticales de los títulos se 
          deben al orden defectuoso de las palabras.</P>
          <P align=justify>A la Journal of Bacteriology se presentó un trabajo 
          con el título "Mecanismo de supresión de la neumonía no transmisible 
          en la rata inducida por el virus de la enfermedad de Newcastle". A 
          menos que este autor haya conseguido demostrar la generación 
          espontánea, tiene que haber sido la neumonía lo inducido y no la 
rata. 
          (El título hubiera debido ser: "Mecanismo de supresión de la neumonía 
          no contagiosa inducida en la rata por el virus de la enfermedad de 
          Newcastle".)</P>
          <P align=justify>Si el lector no cree ya que los niños son 
          consecuencia de una visita de la cigüeña, he aquí este título 
          (Bacteriol. Proc.,p.102, 1968): "Infecciones múltiples de los recién 
          nacidos como consecuencia de la implantación de Staphilococcus aureus 
          502A") ( ¿Habrá sido un "estafilococo con cola"?)</P>
          <P align=justify>Otro ejemplo con el que tropecé un día (Clin. Res. 
          8:134, 1960): "Evaluación preliminar canina y clínica de la 
          estreptovitacina, nuevo agente antitumoral". Cuando ese perro termine 
          de evaluar la estreptovitacina, tengo algunos trabajos a los que me 
          gustaría que echase una ojeada.</P>
          <P align=justify>Desde el punto de vista gramatical, recomiendo ser 
          cuidadoso con la utilización de "utilizando". Creo que este es el que 
          más confusiones causa en la redacción científica. O bien hay más 
          perros inteligentes, o la palabra "utilizando" está mal empleada en 
          esta frase de un reciente manuscrito: "Utilizando un broncoscopio 
          fibróptico, los perros se inmunizaron con eritrocitos de carnero".</P>
          <P align=justify>Los perros no son los únicos animales inteligentes. 
A 
          la Journal of Bacteriology se presentó un trabajo titulado: 
          "Aislamiento de antígenos de mono utilizando técnicas de fijación del 
          complemento".</P>
          <P align=justify>Y hasta las bacterias son inteligentes. A la 
"Journal 
          of Clinical Microbiology" llegó otro manuscrito con el título: 
          "Caracterización de las bacterias que producen mastitis mediante la 
          cromatografía de gas líquido". ¿No es maravilloso que haya bacterias 
          capaces de utilizar la cromatografia?.</P>

<!--
</Section>


<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">El título como etiqueta</P></Metadata>
 </Description>
-->
          <P align=justify>El título de un artículo es una etiqueta, no una 
          oración gramatical. Como no es una oración, con el sujeto, verbo y 
          complemento habituales, resulta realmente más sencillo (o, por lo 
          menos, normalmente más corto), pero el orden de las palabras se hace 
          tanto más importante.</P>
          <P align=justify>En realidad, algunas revistas permiten que el título 
          de sea una oración completa. He aquí un ejemplo: "El oct-3 es un 
          factor materno necesario para la primera división embriónica del 
          ratón"</P>
          <P align=justify>Cell 64: 1103, 1991). Supongo que es materia 
          opinable, pero yo me opondría a un título así por dos razones. En 
          primer lugar, la forma verbal "es" es una palabra superflua, pues 
          podría suprimirse, sustituyéndola por una coma, sin afectar a la 
          comprensión. En segundo lugar, la inclusión de ese "es" da por 
          resultado un título que suena a afirmación tajante. Tiene una aureola 
          dogmática, ya que no estamos acostumbrados a que los autores indiquen 
          sus conclusiones en tiempo presente. Rosner (1990) dio el título de 
          "título afirmativo" (assertive sentence title) a esa clase de títulos 
          y una serie de razones para no utilizarlos. En particular - dice - 
          resultan "inadecuados e imprudentes" porque "en algunos casos" 
          expresan con audacia una conclusión que luego se recoge con menos 
          seguridad en el resumen o en otra parte", y porque "trivializan un 
          informe científico al reducirlo a una observación lacónica".</P>
          <P align=justify>El significado y el orden de las palabras del título 
          son importantes para el posible lector que ve el título en el índice 
          de la revista, pero estas consideraciones son igualmente importantes 
          para todos los posibles usuarios de la bibliografía, incluidos 
          aquellos (probablemente la mayoría) que tienen conocimiento del 
          artículo a través de fuentes secundarias. Por ello, el título debe 
ser 
          útil como etiqueta que acompaña al trabajo mismo y adoptar también 
una 
          forma apropiada para los sistemas de indización mecanizada que 
          utilizan Chemical Abstracts, Index Medicus y otros servicios 
          semejantes. La mayoría de los servicios de indización y resúmenes 
          siguen sistemas de "palabras clave", también llamadas descriptores, 
          que producen entradas KWIC (key word in context: palabra clave en el 
          contexto) o KWOC (key word out of context: palabra clave fuera del 
          contexto). Por consiguiente, es de importancia fundamental que el 
          autor incluya en su artículo las "claves" apropiadas al etiquetarlo. 
          Es decir, los términos del título deben limitarse a aquellas palabras 
          que subrayen el contenido significativo del trabajo de forma que este 
          resulte a la vez comprensible y localizable.</P>
          <P align=justify>Como ayuda para los lectores, en la parte superior 
de 
          cada página se imprimen "titulillos" o "títulos de página". A menudo, 
          el título de la revista o del libro aparece en la parte superior de 
          las páginas de la izquierda, u el del artículo o capítulo en la de 
las 
          páginas de la derecha (como en este libro). Normalmente, se necesita 
          una versión abreviada del título por limitaciones de espacio. (Es 
          probable que en las "Instrucciones a los autores" de la revista se 
          indique el número máximo de caracteres.) Resulta prudente sugerir un 
          titulillo apropiado en la primera página del original.</P>
<!--
</Section>

<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Abreviaturas y jerga</P></Metadata>
 </Description>
-->
          <P align=justify>Los títulos no deben contener casi nunca 
          abreviaturas, fórmulas químicas, nombres patentados (en lugar de 
          genéricos), jerga, etc. Al redactar el título, el autor debe 
          preguntarse: "¿Cómo buscaría yo esta información en un índice?. Si el 
          artículo se refiere a un efecto del ácido clorhídrico, ¿deberá 
          contener el título las palabras "ácido clorhídrico" o la fórmula 
          "HCl", mucho más corta y fácilmente reconocible? Creo que la repuesta 
          es evidente: la mayoría de nosotros buscaríamos en el índice "clo" y 
          no "hcl". Además, si unos autores utilizaran ( y lo permitieran a los 
          directores de las revistas) HCl y otros ácido clorhídrico, el usuario 
          de los servicios bibliográficos quizá localizase solo una parte de 
los 
          trabajos publicados, sin darse cuenta de que había más abajo otra 
          entrada abreviada. En realidad, los grandes servicios secundarios 
          tienen programas informáticos capaces de agrupar entradas como ácido 
          desoxirribonucleico, ADN y DNA (deoxyribonucleic acid). Sin embargo, 
          para los autores (y directores) es mucho mejor evitar las 
abreviaturas 
          en los títulos. Y la misma regla se aplica a los nombres patentados, 
          la jerga y la terminología insólita o anticuada.</P>
          <P align=justify><STRONG>Títulos en serie.</STRONG></P>
          <P align=justify>La mayoría de los directores con quienes he hablado 
          son enemigos de la combinación título principal-subtítulo y de los 
          títulos partidos. La combinación título principal-subtítulo (títulos 
          en serie) era muy corriente hace unos años. (Por ejemplo: "Estudios 
          sobre las bacterias.IV. Pared celular de Staphylococcus aureus".) 
Hoy, 
          muchos directores creen que es importante, especialmente para el 
          lector, que cada artículo publicado "presente los resultados de un 
          estudio independiente y coherente; no se admiten los artículos en 
          series numeradas" ("Instrucciones a los autores", Journal of 
          Bacteriology). Los trabajos en serie se relacionan demasiado entre 
sí, 
          y cada comunicación presentaba unos cuantos fragmentos; por ello, el 
          lector tropezaba con grandes inconvenientes si no podía leer en forma 
          consecutiva la serie entera. Además, el sistema en serie es molesto 
          para los directores a causa de los problemas de programación y las 
          demoras. (¿Qué ocurre si se acepta el trabajo IV pero el III se 
          rechaza o se demora en la etapa de arbitraje?). Otras objeciones son 
          que los títulos en serie contienen casi siempre redundancias 
          considerables; la primera parte (la situada antes del número romano), 
          suele ser tan general que resulta inútil; y los resultados de la 
          indización cuando los servicios secundarios obtienen un índice KWIC 
          son a menudo ininteligibles porque resulta imposible reconstruir esos 
          títulos dobles. (También los títulos de artículos en forma de 
pregunta 
          se vuelven ininteligibles y, en mi opinión, no debieran utilizarse 
          títulos "interrogativos")</P>
          <P align=justify>El título partido (igual que uno en serie, salvo 
          porque el número romano se sustituye por dos puntos) resulta bastante 
          mejor, pues evita algunos de los problemas mencionados, pero desde 
          luego no impide los extraños resultados que se producen como 
          consecuencia de la indización KWIC. Lamentablemente, "Science", una 
          importante revista científica, es partidaria de esos títulos 
partidos, 
          posiblemente porque considera necesario que las palabras más 
          importantes del título aparezcan primero. (ejemplo: "El colapso 
          volcánico catastrófico: su relación con el proceso hidrotérmico", 
          "Science 260:1794, 1993.) A veces, los títulos partidos pueden ser de 
          ayuda para el lector, pero en mi opinión son pedantes, acentúan con 
          frecuencia un término general en lugar de otro más expresivo, 
          requieren puntuación, embrollan los índices y, en general, redundan 
en 
          títulos peores que un simple título como etiqueta.</P>
          <P align=justify>Sin embargo, la utilización de un título sencillo no 
          disminuye la necesidad de una sintaxis adecuada ni de que cada 
palabra 
          se utilice adecuadamente. Por ejemplo, un título como "Nuevas normas 
          sobre colores en biología" parecería indicar la elaboración de 
          especificaciones sobre colores para su utilización al describir los 
          ejemplares de plantas y animales. Sin embargo, si el título fuera 
          "Nuevas normas sobre colores para biólogos" (BioScience 27:762, 
1977), 
          las nuevas normas podrían ser útiles para estudiar la taxonomía de 
los 
          biólogos, permitiéndonos distinguir los verdes de los 


          colorados.</P>
<!--
</Section>

</Section>
</Section>
</Section>
</Section>
-->
</BODY>
</HTML>
<HTML>
<HEAD>
<TITLE>&lt;&lt;TOC1&gt;&gt; Cómo escribir y publicar artículos 
científicos</TITLE>
</HEAD>
<BODY>
<B><FONT SIZE=2><P></P>


<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Cómo escribir y publicar artículos 
científicos</Metadata>
  </Description>
-->
<!--
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 1</Metadata>
  </Description>
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<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Necesidad de la claridad</P></Metadata>
 </Description>
-->
          Texto
<!--
</Section>   
  
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Comprensión de las señales</Metadata>
</Description>
-->
          Texto
<!--  
</Section> 
      
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">El lenguaje de los artículos científicos</Metadata>
  </Description>
-->
     TEXTO
<!--
</Section>
</Section>


<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 2</Metadata>
  </Description>
-->
       TEXTO

<!--
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  <Description>
    <Metadata name="Title">Historia antigua</Metadata>
</Description>
-->
         TEXTO
<!--
</Section>

<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">La historia del IMRYD</Metadata>
  </Description>
-->
          TEXTO
<!--
</Section>
</Section>

<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 3</Metadata>
  </Description>
-->

<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Definición del artículo científico</Metadata>
  </Description>
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          TEXTO
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</Section>

<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">La organización del artículo científico</Metadata>
  </Description>
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          TEXTO
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 </Section>
<Section>
  <Description>
    <Metadata name="Title">Otras definiciones</Metadata>
  </Description>
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          TEXTO
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</Section>

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  <Description>
    <Metadata name="Title">Capítulo 4</Metadata>
  </Description>
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<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">CÓMO PREPARAR EL TÍTULO</P></Metadata>
 </Description>
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          TEXTO
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 <Description>
    <Metadata name="Title">Importancia del título</P></Metadata>
 </Description>
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          TEXTO
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<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Extensión del título</P></Metadata>
 </Description>
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         TEXTO
<!--
</Section> 

<!--
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 <Description>
    <Metadata name="Title">Necesidad de títulos específicos</P></Metadata>
 </Description>
-->
          TEXTO

<!--
</Section>     

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 <Description>
    <Metadata name="Title">Importancia de la sintaxis</P></Metadata>
 </Description>
-->

          TEXTO
<!--
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 <Description>
    <Metadata name="Title">El título como etiqueta</P></Metadata>
 </Description>
-->
         TEXTO
<!--
</Section>

<!--
<Section>
 <Description>
    <Metadata name="Title">Abreviaturas y jerga</P></Metadata>
 </Description>
-->
         TEXTO
<!--
</Section>

</Section>
</Section>
</Section>
</Section>
-->
</BODY>
</HTML>

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