notable,nada que decir,eso fue asi cuando compre mi primer computador IBM ps 2 50 lo maximo,hoy dia con la misma plata compro por lo menos cuatro desechables ,ese computador aun esta vivo y dejo de ser top a los cuatro meses de comprarlo. On 10/2/07, Marcelo Heredia Len <mheredial@xxxxxxxxxxx> wrote: > > *POR QUÉ TODAVÍA NO ME COMPRÉ UN DVD * > > > Eduardo Galeano > > > Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y > cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre > agregarle una función o achicarlo un poco. > > No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los > colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los > doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, > nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron > de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron > inescrupulosamente a los desechables! > > Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los > desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles > guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y > nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para > enfrentar mes a mes su fertilidad. > > ¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento > me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más > probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. > > Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, > el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las > navidades. > > ¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para > usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma > plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero > inoxidable en el cajón de los cubiertos! > > Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la > vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La > gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y > hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan > largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el > barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces. > > ¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se > rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que > tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica. > > ¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? > ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa? > > ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? > ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los > talabarteros? > > Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más > basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que > en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a > creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo > juro!! ¡Y tengo menos de xx años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a > parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del > siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon. > > La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban > rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los > animales, servían de abono o se quemaban. > > De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para > un pobre tipo al que educaron en el 'guarde y guarde que alguna vez puede > servir para algo' pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo > nuevo'. > > Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos > no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el > número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me > prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y > el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) > > Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. > Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a > todo. > > Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos > podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de > hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del > segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la > primera caquita. > > ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a > los pocos meses de comprarlo? > > En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para > los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y > el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. > > Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! > > ¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos > limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. > Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. > Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las > clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin > de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos! > > Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas > de primus. > > Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y > carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el > cuarto cajón. > > Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de > plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la > lapicera, lapiceras sin el capuchón. > > Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que > perdían a su encendedor. > > Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se > tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores > descartables. > > Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por > todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las > latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera > sin su llave. > > ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al > techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío > para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su > vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín. > > Las cosas no eran desechables. Eran guardables. > > ¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de > goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas > para envolver ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el > diario pegado al trozo de carne! > > Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para > hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer > cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía > el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de > la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se > convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros > Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las > inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué > intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con > la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'este es un 4 de > bastos'. > > Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y > el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que > esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo. > > Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros > objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas > aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a > nada. Ni a Walt Disney. > > Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y > nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos > que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el > estante de los vasos y de las copas. > > Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. > Las primeras botellas de plástico se tansformaron en adornos de dudosa > belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas > de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y > los corchos esperaron encontrarse con una botella. > > Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y > los que preservábamos. > > ¡Ah¡ No lo voy a hacer! > > Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; > que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable. > > Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. > > Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la > memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. > > No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto > caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. > > No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan > a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más > nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o > que valoran más a los lindos, con brillo y glamour. > > Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. > > De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme > seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos > kilómetros y alguna función nueva. > > Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el > riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado. > > Hasta aquí. > > Eduardo Galeano > > > > *Marcelo Heredia* > > > ------------------------------ > Date: Mon, 1 Oct 2007 16:56:48 -0400 > From: caylo20@xxxxxxxxx > To: telescoperos@xxxxxxxxxxxxx > Subject: [telescoperos] apuntesy saludos. > > HOLA AMIGOS DE LA TELESCOPERIA: > Se adjuntan comentarios a mail atrasados pero que para mi son nuevos. > > > HOLA MINNELLI : Espero que cuándo te visitemos no tengas que recibir > ningún Fax . ¿ Le mandaste ese chiste a alguien más ? > > > HOLA CLAUDIO: No conocía la magnífica frase de las mariposas de Carl > Sagan. Muchas gracias. > > HOLA GASTÖN : Muy buenas las salvadas milagrosas . Esos tipos nacieron de > nuevo . > > HOLA KLAUS WOLF.: El segundo capitulo de Los Propios Dioses , ese en > que se describe el comportamiento de la Triada , con el Racional , la > Emocional y el Paternal ( aunque mejor yo le hubiera puiesto > Paternal-Maternal ) me hizo sospechar que en esa triada se define todo lo > que hacen las actuales parejas terrestres formadas por Hombre y Mujer . Y > si esas funciones y actitudes , repartidas en tres entidades , igual se > complejisaban , como no va ser dificil para nosotros. Dicen que Asimov > reconocía que escribir ese capítulo fue el que le produjo más alegría y > orgullo . > > ISAAC ASIMOV: A los que leyeron la trilogía de Fundación se les > recomienda leer uno que se llama algo así como Preludio a la Fundación . > Narra como empezó Hari Sheldon y la psicohistoria , y al final Asimov vuelve > a la idea que lo persigue , referente al papel de los robot , y en este > robot hay algo interesantemente inquietante. > > El Caylo , crítico de libros. > > > ------------------------------ > Express yourself instantly with MSN Messenger! MSN > Messenger<http://clk.atdmt.com/AVE/go/onm00200471ave/direct/01/> >