jajaja!!!. Lo siento Martín, la próxima vez buscaré otro mejor. Ya te dije que
fue el primero que e encontré sobre el hecho que quería señalar:que hay
teóricos de la "ortodoxia canónica marxista" que no leyeron a MArx, no por
pereza o vagancia intelecutual sino porque no pudieron! les fue immposible
porque no tenían los textos a su disposición. Eso es un hecho que yo considero
significativo. Eso era lo único que quería resaltar, en relación a la
permanente categorización que hacemos entre clásicos y revionistas (incluidos
postmodernistas) y que yo entiendo que a la luz de hechos como este: hechos, no
teorizaciones posteriores, revisonistas, etc; sino hechos; dicha diferencia
queda desdibujada por si misma por el mero hecho de que han pensado a un
pensador sin haber leido todos sus textos! y a veces los mal llamados
revionistas (hay de todo que duda cabe, hay cosas pesimas y deplorables... y de
hecho, también en la buena y coherente intuición de muchos clásicos, para bien
me refiero), muchos post-, revisonistas, etc, simplemente evidencian no sólo
una época diferente y una manera de enfocar las categorias marxianas de
diferente manera dadas las circunstancias de su tiempo (joder: dos guerras
mundiales por ejemplo!), pero también porque disponen de una mayor y más amplia
visión sobre Marx porque disponen entre otras cosas de todos sus textos (que se
sepa).
Por ejemplo: me gustaría saber que piensas de Badiou o Harvey o incluso de
Bensaid.
PD: siento si el articulo no fue bueno, simplemente quería respaldar el
argumento... y de paso pincharte un poquito...jaja
Un abrazo enorme Martín!!
El Lunes 24 de octubre de 2016 23:22, Martin Naya <martinaya2012@xxxxxxxxx>
escribió:
Insufrible e pedante artigo, bo exemplo do revisionismo "marxiano", amigo Javi
El 24/10/2016 11:21, "Javier Fernandez Vazquez" <dmarc-noreply@xxxxxxxxxxxxx>
escribió:
Siempre me sorprendio esto que se narra a continuación: la dificultad (o
imposibilidad, según se mire) de que muchos autodeclarados marxistas no
tuvieron acceso a muchos de los textos de Marx; es decir, elaboraron su
doctrina "marxista" con un vacío teórico asombroso dado que algunos de los
textos de Marx vieron la luz sólo después de la muerte de sus intérpretes, que
para colmo en muchos casos devinieron autores de un "canon ortodoxo", muy
vulgarizado en ocasiones. Como se explica sucintamente en el siguiente artículo
(es el primero que pille por banda sobre el tema al poner en google" (pero de
hecho buscaba, de hecho y en concreto, sobre los textos de Marx que Lenin nunca
leyó). Pero bueno...es que ando mal de tiempo y tengo que acabar un trabajo
para mañana.
"los últimos cincuenta años del siglo XX sirvieron para cambiarle el rostro a
la concepción vulgar que del marxismo se tenía desde 1883 hasta la muerte de
Lenin en 1924. En aquella coyuntura revolucionaria (1905-1917), bolcheviques y
mencheviques rusos fueron portadores de un cierto espíritu marxista que
desconocía en gran medida a Marx. Aún así se llamaban “marxistas”. Plejanov,
Lenin, Trotsky y Bujarin fueron en cierta medida marxistas, pero desconocían en
gran medida la obra de Marx....
...Solo para mencionar algunos de los vacios tenemos las siguientes obras:
“Crítica a la filosofía del estado de Hegel (1927-29)”, Manuscritos
económico-filosóficos de 1844” (1932), “La ideología alemana” (1932),
“Grundrisse: elementos fundamentales para la crítica de la economía política”
(1939-41). Esta situación de desconocimiento ha dado lugar a vulgarizaciones
del pensamiento marxiano, hasta llegar a los empobrecedores manuales que
ignoraban aspectos medulares de la obra del propio Marx. Estos manuales se
convirtieron en la única fuente de estudios marxistas dentro de los aparatos
educativos, partidos, sindicatos y movimientos revolucionarios. Desde entonces,
el imaginario marxista no era semejante a la obra marxiana. En nombre de Marx,
se plantearon tesis para-marxianas o anti-marxianas"
Con esto creo que es bastante fundado sugerir que debemos tener cuidado cuando
hablamos de "clasicismo" en torno a la obra de Marx. Puesto que lo que nos une
es el estudio de la obra de Marx y no simplemente el comunismo, o determinadas
experiencias históricas, basadas en el marxismo (vulgarizado en ocasiones) y
que para mi representan en muchos casos la antítesis de lo que yo entiendo por
comunismo que no es más que el libertario.
artículo:Lo que los marxistas no leyeron de Marx
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Lo que los marxistas no leyeron de Marx
De Javier Biardeau R. La obra abierta e inconclusa de Marx, y más aún el
pensamiento crítico socialista, ha estado envuelta en permane... | |
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El Lunes 24 de octubre de 2016 13:34, Martin Naya <martinaya2012@xxxxxxxxx>
escribió:
Carnets? Só era unha pregunta... como te pos ...pareces de podemos, jajajaja
El 24 de octubre de 2016, 13:30, hector tejon saez <htejon@xxxxxxxxx> escribió:
Dando carnets ..o marxismo si,o leninismo,stalin e o comunismo NON
Em 24 de out de 2016 1:28 PM, "Martin Naya" <martinaya2012@xxxxxxxxx> escreveu:
Non sera que a ti non te interesa o marxismo?
El 24 de octubre de 2016, 13:20, hector tejon saez <htejon@xxxxxxxxx> escribió:
Insisto,sem saber os textos dos que provém Marx não me interessa...
Em 24 de out de 2016 1:19 PM, "Martin Naya" <martinaya2012@xxxxxxxxx> escreveu:
Mesianico? Antiguooo... e sin unha bibliografia de dez paxinas....jajajaja
El 24 de octubre de 2016, 11:52, hector tejon saez <htejon@xxxxxxxxx> escribió:
"Su doctrina surgió como la continuación directa e inmediata de las doctrinas
de los más grandes representantes de la filosofía, la economía política y el
socialismo." Pois penso que antes de ler a Marx haverá que ler os textos
originais dos que deriva Marx,não?
Por certo é moi messiânico o texto ou parecemo só a min? Bicos
Em 24 de out de 2016 11:16 AM, "Martin Naya" <martinaya2012@xxxxxxxxx> escreveu:
V. I. Lenin
TRES FUENTES Y TRES PARTES
INTEGRANTES DEL MARXISMO
| Prosveschenie núm. 3,
marzo de 1913.
Firmado: V. I.
| Se publica de acuerdo con
el texto original de
Prosveschenie
De las Obras Completas,
t. XIX.
|
De la colección:
V. I. Lenin, Marx Engels Marxismo
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKINPrimera edición 1980págs. 73-80. Preparado © para el Internet por David
Romagnolo, djr@xxxxxxxxxxxx (Mayo de 1998)
NOTA DEL EDITOR
La presente versión ha sido realizada sobre la base de diversas ediciones en
lengua castellana y confrontada con el original ruso.
pág. 73
TRES FUENTES Y TRES PARTES
INTEGRANTES DEL MARXISMO
La doctrina de Marx suscita en todo el mundo civilizado la mayor hostilidad
y el odio de toda la ciencia burguesa (tanto la oficial como la liberal), que
ve en el marxismo algo así como una "secta perniciosa". Y no puede esperarse
otra actitud, pues en una sociedad que tiene como base la lucha de clases no
puede existir una ciencia social "imparcial". De uno u otro modo, toda la
ciencia oficial y liberal defiende la esclavitud asalariada, mientras que el
marxismo ha declarado una guerra implacable a esa esclavitud. Esperar que la
ciencia sea imparcial en una sociedad de esclavitud asalariada, sería la misma
absurda ingenuidad que esperar imparcialidad por parte de los fabricantes en lo
que se refiere al problema de si deben aumentarse los salarios de los obreros
disminuyendo los beneficios del capital. Pero hay más. La historia de la
filosofía y la historia de la ciencia social muestran con diáfana claridad que
en el marxismo nada hay que se parezca al "sectarismo", en el sentido de que
sea una doctrina fanática, petrificada, surgida pág. 74al margen de la vía
principal que ha seguido el desarrollo de la civilización mundial. Por el
contrario, lo genial en Marx es, precisamente, que dio respuesta a los
problemas que el pensamiento de avanzada de la humanidad había planteado ya. Su
doctrina surgió como la continuación directa e inmediata de las doctrinas de
los más grandes representantes de la filosofía, la economía política y el
socialismo. La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es
completa y armónica, y brinda a los hombres una concepción integral del mundo,
intransigente con toda superstición, con toda reacción y con toda defensa de la
opresión burguesa. El marxismo es el heredero legítimo de lo mejor que la
humanidad creó en el siglo XIX: la filosofía alemana, la economía política
inglesa y el socialismo francés. Nos detendremos brevemente en estas tres
fuentes del marxismo, que constituyen, a la vez, sus partes integrantes.
I La filosofía del marxismo es el materialismo. A lo largo de toda la
historia moderna de Europa, y en especial en Francia a fines del siglo XVIII,
donde se desarrolló la batalla decisiva contra toda la escoria medieval, contra
el feudalismo en las instituciones y en las ideas, el materialismo se mostró
como la única filosofía consecuente, fiel a todo lo que enseñan las ciencias
naturales, hostil a la superstición, a la mojigata hipocresía, etc. Por eso,
los enemigos de la democracia empeñaron todos sus esfuerzos para tratar de
"refutar", minar, difamar el materialismo y salieron en defensa de las diversas
formas del idealismo filosófico, que se reduce pág. 75siempre, de una u otra
forma, a la defensa o al apoyo de la religión. Marx y Engels defendieron
del modo más enérgico el materialismo filosófico y explicaron reiteradas veces
el profundo error que significaba toda desviación de esa base. En las obras de
Engels Ludwig Feuerbach y Anti-Dühring, que -- al igual que el Manifiesto
Comunista -- son los libros de cabecera de todo obrero con conciencia de clase,
es donde aparecen expuestas con mayor claridad y detalle sus opiniones.
Pero Marx no se detuvo en el materialismo del siglo XVIII, sino que desarrolló
la filosofía llevándola a un nivel superior. La enriqueció con los logros de la
filosofía clásica alemana, en especial con el sistema de Hegel, el que, a su
vez, había conducido al materialismo de Feuerbach. El principal de estos logros
es la dialéctica, es decir, la doctrina del desarrollo en su forma más
completa, profunda y libre de unilateralidad, la doctrina acerca de lo relativo
del conocimiento humano, que nos da un reflejo de la materia en perpetuo
desarrollo. Los novísimos descubrimientos de las ciencias naturales -- el
radio, los electrones, la trasformación de los elementos -- son una admirable
confirmación del materialismo dialéctico de Marx, quiéranlo o no las doctrinas
de los filósofos burgueses, y sus "nuevos" retornos al viejo y decadente
idealismo. Marx profundizó y desarrolló totalmente el materialismo
filosófico, e hizo extensivo el conocimiento de la naturaleza al conocimiento
de la sociedad humana. El materialismo histórico de Marx es una enorme
conquista del pensamiento científico. Al caos y la arbitrariedad que imperan
hasta entonces en los puntos de vista sobre historia y política, sucedió una
teoría científica asombrosamente completa y armónica, que muestra cómo, en
virtud del desarrollo de las pág. 76fuerzas productivas, de un sistema de vida
social surge otro más elevado; cómo del feudalismo, por ejemplo, nace el
capitalismo. Así como el conocimiento del hombre refleja la naturaleza (es
decir, la materia en desarrollo), que existe independientemente de él, así el
conocimiento social del hombre (es decir, las diversas concepciones y doctrinas
filosóficas, religiosas, políticas, etc.), refleja el régimen económico de la
sociedad. Las instituciones políticas son la superestructura que se alza sobre
la base económica. Así vemos, por ejemplo, que las diversas formas políticas de
los Estados europeos modernos sirven para reforzar la dominación de la
burguesía sobre el proletariado. La filosofía de Marx es un materialismo
filosófico acabado, que ha proporcionado a la humanidad, y sobre todo a la
clase obrera, la poderosa arma del saber.
II Después de haber comprendido que el régimen económico es la base sobre
la cual se erige la superestructura política, Marx se entregó sobre todo al
estudio atento de ese sistema económico. La obra principal de Marx, El Capital,
está con sagrada al estudio del régimen económico de la sociedad moderna, es
decir, la capitalista. La economía política clásica anterior a Marx surgió
en Inglaterra, el país capitalista más desarrollado. Adam Smith y David
Ricardo, en sus investigaciones del régimen económico, sentaron las bases de la
teoría del valor por el trabajo Marx prosiguió su obra; demostró estrictamente
esa teoría y la desarrolló consecuentemente; mostró que el valor de pág. 77toda
mercancía está determinado por la cantidad de tiempo de trabajo socialmente
necesario invertido en su producción. Allí donde los economistas burgueses
veían relaciones entre objetos (cambio de una mercancía por otra), Marx
descubrió relaciones entre personas. El cambio de mercancías expresa el vínculo
establecido a través del mercado entre los productores aislados. El dinero, al
unir indisolublemente en un todo único la vida económica íntegra de los
productores aislados, significa que este vínculo se hace cada vez más estrecho.
El capital significa un desarrollo ulterior de este vínculo: la fuerza de
trabajo del hombre se trasforma en mercancía. El obrero asalariado vende su
fuerza de trabajo al propietario de la tierra, de las fábricas, de los
instrumentos de trabajo. El obrero emplea una parte de la jornada de trabajo en
cubrir el costo de su sustento y el de su familia (salario); durante la otra
parte de la jornada trabaja gratis, creando para el capitalista la plusvalía,
fuente de las ganancias, fuente de la riqueza de la clase capitalista. La
teoría de la plusvalía es la piedra angular de la teoría económica de Marx.
El capital, creado por el trabajo del obrero, oprime al obrero, arruina a los
pequeños propietarios y crea un ejército de desocupados. En la industria, el
triunfo de la gran producción se advierte en seguida, pero también en la
agricultura se observa ese mismo fenómeno, donde la superioridad de la gran
agricultura capitalista es acrecentada, aumenta el empleo de maquinaria, y la
economía campesina, atrapada por el capital monetario, languidece y se arruina
bajo el peso de su técnica atrasada. En la agricultura la decadencia de la
pequeña producción asume otras formas, pero es un hecho indiscutible. pág. 78
Al azotar la pequeña producción, el capital lleva al aumento de la
productividad del trabajo y a la creación de una situación de monopolio para
los consorcios de los grandes capitalistas. La misma producción va adquiriendo
cada vez más un carácter social -- cientos de miles y millones de obreros
ligados entre sí en un organismo económico sistemático --, mientras que un
puñado de capitalistas se apropia del producto de este trabajo colectivo. Se
intensifican la anarquía de la producción, las crisis, la carrera desesperada
en busca de mercados, y se vuelve más insegura la vida de las masas de la
población. Al aumentar la dependencia de los obreros hacia el capital, el
sistema capitalista crea la gran fuerza del trabajo conjunto. Marx sigue el
desarrollo del capitalismo desde los primeros gérmenes de la economía
mercantil, desde el simple trueque, hasta sus formas más elevadas, hasta la
gran producción. Y la experiencia de todos los países capitalistas, viejos
y nuevos, demuestra claramente, año tras año, a un número cada vez mayor de
obreros, la veracidad de esta doctrina de Marx. El capitalismo ha triunfado
en el mundo entero, pero este triunfo no es más que el preludio del triunfo del
trabajo sobre el capital.
III Cuando fue derrocado el feudalismo y surgió en el mundo la "libre"
sociedad capitalista, en seguida se puso de manifiesto que esa libertad
representaba un nuevo sistema de opresión y explotación del pueblo trabajador.
Como reflejo de esa opresión y como protesta contra ella, aparecieron in-pág.
79mediatamente diversas doctrinas socialistas. Sin embargo, el socialismo
primitivo era un socialismo utópico. Criticaba la sociedad capitalista, la
condenaba, la maldecía, soñaba con su destrucción, imaginaba un régimen
superior, y se esforzaba por hacer que los ricos se convencieran de la
inmoralidad de la explotación. Pero el socialismo utópico no podía indicar
una solución real. No podía explicar la verdadera naturaleza de la esclavitud
asalariada bajo el capitalismo, no podía descubrir las leyes del desarrollo
capitalista, ni señalar qué fuerza social está en condiciones de convertirse en
creadora de una nueva sociedad. Entretanto, las tormentosas revoluciones
que en toda Europa, y especialmente en Francia, acompañaron la caída del
feudalismo, de la servidumbre, revelaban en forma cada vez más palpable que la
base de todo desarrollo y su fuerza motriz era la lucha de clases. Ni una
sola victoria de la libertad política sobre la clase feudal se logró sin una
desesperada resistencia. Ni un solo país capitalista se formó sobre una base
más o menos libre o democrática, sin una lucha a muerte entre las diversas
clases de la sociedad capitalista. El genio de Marx consiste en haber sido
el primero en deducir de ello la conclusión que enseña la historia del mundo y
en aplicar consecuentemente esas lecciones. La conclusión a que llegó es la
doctrina de la lucha de clases. Los hombres han sido siempre, en política,
víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no
aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas
morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase.
Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los
defensores de lo pág. 80viejo mientras no comprendan que toda institución
vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de
determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases,
sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas
que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz
de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para
la lucha. Sólo el materialismo filosófico de Marx señaló al proletariado la
salida de la esclavitud espiritual en que se han consumido hasta hoy todas las
clases oprimidas. Sólo la teoría económica de Marx explicó la situación real
del proíetariado en el régimen general del capitalismo. En el mundo entero,
desde Norteamérica hasta el Japón y desde Suecia hasta el Africa del Sur, se
multiplican organizaciones independientes del proletariado. Este se instruye y
educa al librar su lucha de clase, se despoja de los prejuicios de la sociedad
burguesa, está adquiriendo una cohesión cada vez mayor y aprendiendo a medir el
alcance de sus éxitos, templa sus fuerzas y crece irresistiblemente.